Representante papal «conmocionado» tras visitar hospitales del norte de Uganda

El cardenal Lozano Barragán entre la gente aterrorizada por el LRA

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KITGUM, jueves, 25 marzo 2004 (ZENIT.org).- El cardenal Javier Lozano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, ha constatado «conmocionado» la situación de los tres hospitales católicos del norte de Uganda.

Tras visitar las ciudades de Gulu, Kalongo e Kitgum, «el cardenal ha quedado profundamente turbado por lo que ha visto», ha revelado a la agencia misionera Misna el padre Tarcisio Pazzaglia, misionero comboniano en Kitgum.

«Ha podido constatar la miseria, el sufrimiento y el miedo de la población del norte de Uganda. Como todos los que por primera vez vienen a ver con sus propios ojos lo que sucede, el cardenal ha quedado muy impresionado y conmovido», añade el misionero.

El purpurado mexicano ha constado al mismo tiempo las buenas condiciones en que se encuentran los hospitales de San José de Kitgum, Santa María de Lachor (en el distrito de Gulu) y el de Kalongo (en el distrito de Pader), a pesar de la catastrófica situación causada por la pobreza y la guerrilla del llamado Ejército de Resistencia del Señor (LRA por sus siglas en inglés).

El LRA lucha contra el gobierno ugandés por la creación de un Estado basado en la observancia de pretendidos conceptos «bíblicos» e intenta derrocar al presidente Yoweri Museveni.

Para alcanzar este objetivo, sin embargo, los rebeldes del LRA no dudan en lanzarse contra la población civil sembrando la inseguridad y la muerte en los distritos del norte de Uganda.

Desde 1986, los rebeldes del LRA, dirigidos por Joseph Kony –un visionario a sueldo de Sudán–, han torturado y asesinado a decenas de miles de personas (se cuentan más de 120.000 muertos), han secuestrado a más de 25.000 niños (reducidos a la esclavitud o enrolados a la fuerza en la guerrilla) y han provocado el desplazamiento de más de un millón de civiles.

«En Kalongo –explica el padre Pazzaglia– el cardenal Barragán asistió a la llegada de dos heridos, caídos en una emboscada de los rebeldes en la carretera que lleva de Kalongo a Patongo. Ha podido constatar así la tragedia que diariamente viven estas personas».

Antes de salir para Kampala, la capital, el representante papal aseguró que la Iglesia está cerca de los ugandeses, víctimas de esta guerra, y que referirá sobre la situación en el norte de Uganda, cuando regrese al Vaticano.

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ZENIT Staff

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