Representante vaticano contra las medicinas falsificadas para pobres

Monseñor Zimowski en el Congreso Mundial de Farmacéuticos Católicos

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POZNAN, lunes 14 de septiembre de 2009 (ZENIT.org).- El arzobispo Zygmunt Zimowski, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud, ha denunciado que el 50 por ciento de las medicinas vendidas en África están falsificadas.

El representante Vaticano ha hecho esta constatación durante el congreso mundial de la Federación Internacional de Farmacéuticos Católicos, que se ha celebrado del 11 al 14 de septiembre n la ciudad polaca de Poznan sobre el argumento «La seguridad del medicamento: ética y conciencia para el farmacéutico»».

La denuncia del prelado polaco se basa en datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, fuentes no oficiales citadas por «L’Osservatore Romano» al recoger la intervención del arzobispo, revelan que en algunos estados africanos el 60 por ciento de las medicinas estaría falsificado, un porcentaje que se eleva en 10 puntos en esos países en el caso de las medicinas contra la malaria.

La OMS afirma también que en muchas zonas del sudeste asiático, y de América Latina, más del 30 por ciento de las medicinas son falsas.

«La manipulación y falsificación de las medicinas –dijo el arzobispo en su intervención– afecta ante todo a sujetos en edad pediátrica. Falsos antibióticos y falsas vacunas producen graves daños en la salud».

«Hay muchas muertes por enfermedades respiratorias entre los niños africanos, pues son curadas con antibióticos falsos, sin componente activo y que sin embargo son comprados a caro precio».

Los fármacos con bajos niveles de componentes activos son más peligrosos que los que no tienen ninguno, ya que incluso pueden contribuir a incrementar la resistencia de los virus a los medicamentos y generar los llamados «súper microbios», que se pueden expandir, según fuentes de la OMS.

Los traficantes, que suelen reproducir con exactitud las marcas y las cajetillas de los medicamentos, introducen pocas cantidades de componentes activos por cada unidad, componentes que suelen proceder del robo o del mercado negro.

Los consumidores carecen de cualquier garantía respecto a su elaboración y normalmente nunca figuran las fechas de caducidad, a fin de incrementar la vida de los medicamentos. Las rutas y métodos del tráfico de fármacos falsificados suelen ser los mismos que para otros productos piratas.

El representante vaticano, citando la encíclica «Caritas in veritate» de Benedicto XVI, considera que la seguridad en los medicamentos es una de las «emergencias sanitarias y éticas en los países en vías de desarrollo».

En esta situación, monseñor Zimowski invita a todos, en particular, a los farmacéuticos católicos a «denunciar con valentía todas las formas de adulteración y falsificación de loas medicinas y a oponerse a su distribución».

Citando a Juan Pablo II, el arzobispo polaco explicó que «la ganancia, legítima y necesaria, debe siempre está subordinada al respeto de la ley moral y a la adhesión al magisterio de la Iglesia».

Citando a Benedicto XVI, el prelado polaco hizo particular referencia a la situación de los niños que «elevan un silencioso grito de dolor que interpela nuestra conciencia» de hombres antes aún que de creyentes.

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ZENIT Staff

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