CATAMARCA, viernes, 1 febrero 2008 (ZENIT.org).- «Toda la sociedad catamarqueña esta conmovida por este robo sacrílego que tanto daño está produciendo al pueblo y a la comunidad franciscana», ha informado a Zenit en una nota el portavoz de la Provincia Franciscana de la Asunción, Argentina, fray Pablo Reartes, a propósito de la sustracción por segunda vez de la reliquia del siervo de Dios fray Mamerto Esquiú.
Fray Mamerto Esquiú fue obispo de Córdoba, Argentina, y murió en 1883 en la localidad catamarqueña de El Suncho. Mientras sus restos mortales descansan en la catedral de Córdoba, el corazón incorrupto del religioso permanece en el convento franciscano de Catamarca. Fue declarado siervo de Dios en 2005 y su causa de beatificación sigue avanzando.
Según la nota de los franciscanos, el robo se produjo el 22 de enero pasado cuando «un sujeto rompió con una piedra el panel de vidrio y la urna de cristal en la que estaba depositado».
Una testigo, que cumplía las tareas de limpieza en la Plazoleta del Convento, explica la nota, vio un «hombre que salía corriendo y se agarraba el pecho como si fuera que llevaba algo y se fue por la calle Esquiú».
Estos datos y una rueda de reconocimiento posibilitaron la detención de una persona que dio versiones contradictorias del hecho, «reconoció haber estado en la Iglesia y que tomó el corazón, pero niega haberlo llevado».
Afirmó, añade la nota, que «le entregó el corazón a un tal padre Miguel» no identificado pero a pesar de todas estas contradicciones la policía comprobó que las huellas dactilares encontradas en la urna corresponden al detenido.
El pasado 30 de enero, sigue la nota, «en los diarios locales ‘El Ancasti’ y ‘La Unión’ se decía que los frailes habían recibido un mail anónimo pidiendo dinero a cambio del corazón».
Esta versión fue desmentida por fray Jorge Martínez, vicepostulador de la Causa de Fray Mamerto Esquiú. «En realidad el mail -explica la nota- lo recibieron en el Obispado de Catamarca, el 23 del corriente, en la persona de monseñor Salvador Armengol Acevedo, vicario de Pastoral del Obispado de Catamarca, quien inmediatamente informó a la Policía».
Hasta el momento, explican los franciscanos argentinos, «no se sabe el origen del mail o si se trata de una broma, ya que cuando fue recibido» el presunto autor ya estaba detenido.
La nota afirma que «toda la sociedad catamarqueña esta conmovida por este robo sacrílego que tanto daño está produciendo al pueblo y a la comunidad franciscana».
Las investigaciones del caso pasaron el 31 de enero de la jurisdicción de la provincia a la Justicia Federal.
Los franciscanos recuerdan que el corazón de fray Mamerto Esquiú fue robado por primera vez el 30 de octubre de 1990 y fue hallado una semana después en uno de los techos del interior del convento.
