Roma: cumbre sobre el clima de 17 ONGs católicas

«Las personas y el planeta en primer lugar: el imperativo de cambiar la ruta”. Este es el tema elegido para la Conferencia que se celebra este jueves y viernes en el Augustinianum de Roma, organizada por el Pontificio Consejo de Justicia y Paz y la CIDSE, red internacional de 17 ONG católicas para el desarrollo con base principalmente en Europa y Estados Unidos.

Para presentar el evento, han acudido esta mañana a la sala de prensa de la Santa Sede, la subsecretaria del mencionado dicasterio, Flaminia Giovanelli; la escritora y periodista Naomi Klein; el profesor Ottmar Edenhofer, co-director del Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC); y el secretario general de la CIDSE, Bernd Nilles.

Estaba prevista la presencia del cardenal Peter Turkson, pero debido a que se encuentra en un viaje, la señora Giovanelli ha pronunciado en su nombre el discurso. De este modo, ha recordado que la cuestión central que pide el Santo Padre en la encíclica es: ¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?  “Simplemente no puede ser un ambiente incapaz de sostener la vida, ni un lugar de interminables conflictos entre los pueblos”, ha precisado.

Igualmente, ha indicado que el programa de la conferencia se centra en el cambio climático. Haciendo referencia nuevamente a la reciente encíclica del Papa, ha recordado que “él reconoce un consenso científico muy sólido sobre el fuerte calentamiento del sistema climático”. Esto es principalmente –ha asegurado– el resultado de la actividad humana, es decir, el uso intensivo y creciente de combustibles fósiles. En general, ha observado la subsecretaria, “el cambio climático es un problema global con un espectro de consecuencias graves: ambientales, sociales, económicas y políticas”.

Asimismo, la señora Giovanelli ha asegurado que la Conferencia COP21 sobre cambio climático, que tendrá lugar en París del 30 de noviembre al 11 de diciembre, será crucial en la identificación de soluciones fuertes para el cambio climático, «acompañados de la elaboración gradual y la aceptación de compromisos vinculantes».  Finalmente, ha subrayado que la dimensión política tiene que restablecer el control democrático sobre la economía y las finanzas, es decir, sobre las opciones básicas realizadas por las sociedades humanas.