Rusia: Condenado por el asesinato de un jesuita y absuelto por el de otro

La Compañía de Jesús afirma su decepción y que no se ha hecho justicia

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MOSCÚ, viernes, 28 agosto 2009 (ZENIT.org).- El día 25 de agosto, se dictó sentencia en Moscú sobre el asesinato de los padres jesuitas Víctor Betancourt y Otto Messmer. Ante ello, la Compañía de Jesús de la Región Rusa ha emitido un comunicado en el muestra su decepción y afirma que no se ha hecho justicia.
 
Las víctimas, el religioso ecuatoriano Víctor Betancourt, de 42 años, y el ruso Otto Messmer, de 46, fueron hallados muertos con golpes en la cabeza en un apartamento propiedad de la Compañía de Jesús.
 
En el momento del hallazgo de los cadáveres, la vivienda estaba abierta y de ella no faltaba ningún objeto de valor.
 
Por el asesinato del padre Víctor fue condenado Mikhail Orekhov a 14 años de cárcel dura, mientras que fue absuelto respecto al asesinato del padre Otto, quien al regresar de un viaje al extranjero había descubierto el cadáver del padre Víctor.
 
El acusado, reo confeso de los dos asesinatos durante la investigación preliminar, cambió su versión de los hechos a lo largo del proceso, alegando que el doble asesinato fue obra de otra persona desconocida para él.
 
De acuerdo con el sistema judicial ruso, a petición del acusado, el juicio se llevó a cabo frente a un jurado popular.
 
En un comunicado de prensa, los jesuitas de la Región Rusa de la Compañía afirman que «el juicio se ha realizado de una manera seria y profesional y ha dado a ambas partes la oportunidad de expresar sus opiniones, hacer preguntas y presentar sus pruebas. Las versiones ambiguas del acusado sobre los motivos y circunstancias de la muerte del padre Victor Betancourt han sido adecuadamente evaluadas por el jurado. Al mismo tiempo, el hecho de que sus miembros no hayan reconocido la culpabilidad de Mikhail Orekhov en el asesinato del padre Otto Messmer, sugeriría que las pruebas reunidas durante la investigación no han sido suficientemente convincentes. Queda, por tanto, la duda sobre las pruebas recogidas y sobre la admisión de culpabilidad del acusado durante la investigación preliminar».
 
Los jesuitas de la Región Rusa, como los jesuitas del mundo entero, se han mostrado «profundamente decepcionados por el veredicto sobre el asesinato del padre Otto y convencidos de que no se ha hecho justicia. Junto con sus abogados, están, por lo mismo, pensando en posibles acciones a emprenderse para llegar a una ulterior clarificación del caso». Al mismo tiempo, los jesuitas de la Región Rusa están «muy agradecidos a quienes les expresan su solidaridad y apoyan en la búsqueda de justicia».
 
El padre Víctor Betancourt ingresó en la Compañía de Jesús en 1984, trabajaba en Rusia desde 2001, donde se dedicaba a preparar a los aspirantes a ingresar en la orden, y desde 2008 era el representante de ésta ante el Instituto de Filosofía, Teología e Historia de Santo Tomás en Moscú.
 
Mientras que el padre Otto Messmer ingresó en la Compañía de Jesús en 1982.
 
Ambos jesuitas prestaban apoyo pastoral en la Iglesia de San Luis de Moscú.
 
Por Nieves San Martín

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ZENIT Staff

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