Rusia escuchará en su idioma a Juan Pablo II durante su visita a Kazajstán

La etapa rumbo a Armenia tendrá lugar del 22 al 25 de septiembre

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CIUDAD DEL VATICANO, 28 agosto 2001 (ZENIT.org).- Cuando todavía no se ha apagado el eco de su visita a Ucrania, Juan Pablo II emprenderá del 22 al 27 de septiembre otra histórica peregrinación a tierras ex soviéticas, Kazajstán y Armenia.

La repercusión que este viaje tendrá en Rusia será aún mucho mayor, pues durante la primera etapa, en tierras kazajas, el pontífice hablará en ruso, el idioma común en el país. En esas latitudes, sin embargo, la Iglesia ortodoxa le dará una bienvenida que contrasta con la oposición mostrada por el patriarca Alejo II de Moscú, cuando el Papa aterrizó en Kiev, el pasado 23 de junio.

Astana, la recién estrenada capital de Kazajstán, acogerá al Santo Padre en su viaje internacional número 95. Se trata de una ciudad surgida de la nada hace menos de tres años, una especie de Brasilia en el centro-Asia, pensada para servir de escaparate a un país que hasta el año 1991 formaba parte de la Unión Soviética.

Según el programa de la visita pontificia, publicado por la Sala de Prensa del Vaticano el pasado 24 de agosto, el obispo de Roma aterrizará a las 19.30 hora local, en el aeropuerto internacional capitalino, donde será recibido por el presidente Nursultan A. Nazarbaev, quien ya fue líder del Soviet Supremo de Kazajstán en febrero de 1990 y luego presidente de la nueva República el 1 de diciembre de 1991.

A continuación, sin perder un minuto, Juan Pablo II visitará el monumento de las víctimas del régimen totalitario comunista, que allí fueron particularmente numerosas. Kazajstán fue utilizado por Moscú como tierra de deportación.

Al día siguiente, domingo 23 de septiembre, el pontífice celebrará la eucaristía y rezará la oración mariana del «Angelus» en la plaza de la Madre Patria. En este país de 15 millones de habitantes, casi tan grande como el la Unión Europea (tiene casi cuatro veces el tamaño de Texas), el 47% de la población es musulmana, el 44% son ortodoxos, y el 2% protestantes.

Los católicos, que durante el régimen soviético sufrieron una dura persecución, son algo más de 180 mil, con 4 obispos, 59 sacerdotes, 62 religiosas y 37 parroquias, y unos 30 centros de asistencia para enfermos, pobres y ancianos.

Es posible, que en la misa celebrada por el Papa participen también ortodoxos, pues en Kazajstán, como confirmaba la agencia Fides el pasado 2 de agosto, las relaciones entre católicos y ortodoxos han sido siempre muy positivas, con alguna rara excepción.

El gran Mufti, jefe de los musulmanes en Kazajstán, se ha mostrado muy interesado por la visita, e incluso ha presentado algunas propuestas constructivas a la Comisión encargada de su organización.

En la tarde del domingo, como en todos sus viajes internacionales, el pontífice hará una visita de cortesía al presidente Nursultan Nazarbaev, a quien se debe en buena parte la iniciativa de este viaje, cuando invitó al Papa a visitar su país en 1998. En aquella ocasión visitó el Vaticano y firmó un acuerdo bilateral con la Santa Sede con el consiguiente reconocimiento jurídico de la Iglesia católica en la República centroasiática. Pocos meses después, se conformó la nueva organización eclesiástica católica en Kazajistán.

El domingo kazajo del Papa concluirá con un encuentro con los jóvenes en el aula magna de la Universidad «Eurasia».

El lunes, 24 de septiembre, el sucesor de Pedro celebrará misa en la catedral de la Virgen del Perpetuo Socorro, también en Astana, y será acogido, en el Palacio de los Congresos, a las 6 de la tarde, por los representantes del mundo de la cultura, del arte y de la ciencia. Se trata de una cita sumamente significativa si se tiene en cuenta la dura herencia en términos ecológicos y de uso de energía nuclear, incluso con fines armamentísticos, dejada en este país por el régimen comunista.

El martes, 25 de septiembre, en la mañana, el Papa Wojtyla se despedirá de Kazajstán en el aeropuerto internacional de Astana. Desde allí se dirigirá rumbo a Erevan (Armenia), donde emprenderá un deseado viaje que tiene por objetivo confirmar el sorprendente acercamiento de los últimos años entre la Iglesia católica y la Iglesia apostólica armenia.

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ZENIT Staff

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