MOSCÚ, 12 enero 2003 (ZENIT.org).- El Gran Jurado de los periodistas rusos ha condenado la manera en que dos órganos de información han difamado a la comunidad local de los Frailes Franciscanos Menores Conventuales, implicándoles injustamente en una red de prostitución.
El jurado, que tiene por objetivo garantizar la deontología profesional de los periodistas rusos, ha constatado que el diario «Komsomolkaya Pravda» y a la red de televisión «Ostankino», se sirvieron de una operación sucia para lanzar gravísimas acusaciones contra los religiosos.
El apartamento que los frailes habían alquilado a la señora Leonidovna Tikhonova, para «organizar actividades de beneficencia» en Moscú, fue convertido sin que los religiosos lo supieran en casa dedicada a la prostitución. Los dos órganos informativos utilizaron informaciones falsa para que la calumnia alcanzara realismo en sus reportajes.
El Gran Jurado ha denunciado que los periodistas utilizaron argumentos tendenciosos y que ignoraron las explicaciones ofrecidas por el padre Gregorio Cioroch, superior de la Comunidad.
Al hacerse pública la noticia de la condena, el padre Gregorio expresó su satisfacción por la decisión del organismo deontológico de la prensa y que muestra que «Rusia es un Estado de derecho.
La Sala de Prensa de la Santa Sede intervino el 14 de octubre para denunciar la «innoble operación» y recordó que el representante pontificio en Moscú había «protestado enérgicamente ante las autoridades competentes.
Desde un primer momento, los superiores locales de la Orden Francisana de los Frailes Menores Conventuales rechazaron en un comunicado de prensa todas las acusaciones.
