S.O.S. de Caritas: un millón y medio de africanos aislados por las inundaciones

Las peores en tres décadas en algunas regiones

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 20 septiembre 2007 (ZENIT.org).- Extensas regiones de África están en jaque por las inundaciones; se calcula en millón y medio la cifra de personas aisladas en sus hogares por las aguas, advierte «Caritas» pidiendo ayuda para el continente.

Los países afectados por esta catástrofe se cuentan desde Mauritania, en la costa atlántica, hasta Kenia, en el Océano Índico, e incluyen Burkina Faso, Togo, Ghana, Etiopía, República Democrática del Congo y Uganda.

Por ello este jueves un comunicado de «Caritas Internationalis» (www.caritas.org) la confederación de 162 organizaciones católicas de asistencia, desarrollo y servicio social, presente en más de 200 países y territorios— da la voz de alarma para atender las necesidades de la población en Uganda y Ghana.

En Uganda las inundaciones han afectado a 300 mil personas; no deja de llover fuertemente, así que la cifra tiende a aumentar.

«Caritas» pide 1,6 millones de dólares estadounidenses para asistir con alimento, refugio y equipo sanitario en los próximos seis meses a más de 20 mil personas que se encuentran en los campos de Amuria y Katakwi, al este del país.

Para muchos de la región se trata de doble golpe, porque ya habían tenido que huir de sus casas dado el conflicto y la inseguridad en el norte ugandés.

Desde la oficina de comunicaciones de «Caritas Uganda», Vincen Sebukyu alerta: «La situación es terrible. La gente se vio forzada a dejar sus casas hacia tierras más altas. Ahora hasta esas han sido barridas. Muchas zonas están completamente aisladas de la ayuda exterior» y «la gente ya no puede moverse».

«Las inundaciones en Uganda han sido ignoradas por la comunidad internacional –prosigue–. Caritas está obligada a responder al sufrimiento humano. Trabajamos en algunas de las zonas más inaccesibles llevando ayuda, pero se está haciendo cada vez más difícil. Necesitan alimento, refugio y medicinas en caso de brote de epidemias».

Advierte Sebukyu de que si continúan las fuertes lluvias aumentará la pérdida de vidas, las epidemias, el hambre y la pobreza, y la economía en su conjunto se resentirá.

En estas regiones la población depende de las cosechas, pero los cultivos están arrasados. «Es la peor inundación desde 1972 –analiza–. Estas son áreas de grave deforestación, así que el daño al medio ambiente podría ser un factor».

250 mil personas han tenido que salir de sus hogares en Ghana por culpa de las inundaciones. Enormes extensiones de tierras de cultivo están arruinadas y las infraestructuras públicas han sufrido daños.

Para esta situación Caritas hace un llamamiento por 250 mil dólares; con estos fondos intenta abastecer de alimento, durante un mes, a 40 mil personas expulsadas de sus casas por las aguas.

«Lo que la gente necesita con más urgencia es comida –confirma Africanus Diendong, colaborador de «Caritas Ghana»–. Comunidades enteras están aisladas. Sólo se puede llegar a ellas en barca. No tiene qué comer. Las tierras de cultivo están arrasadas. Y sigue lloviendo. La situación es desesperada. La amenaza de enfermedades es uno de los mayores temores. La gente está viviendo al aire libre o en escuelas. Las casas han sido barridas».

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación