San Josemaría Escrivá: Canonización de la vida ordinaria

Entrevista con monseñor Flavio Capucci, postulador de la causa de canonización

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ROMA, 30 septiembre 2002 (ZENIT.org).- El próximo 6 de octubre, Juan Pablo II proclamará santo a Josemaría Escrivá de Balaguer (1902-1975), fundador del Opus Dei, en una de las canonizaciones que congregarán al mayor número de fieles en Roma (unos 300 mil). En esta entrevista, monseñor Flavio Capucci, postulador de la causa de canonización, explica las implicaciones del acontecimiento.

–Hay muchas personas que sólo conocen a Josemaría Escrivá por las noticias de los medios de comunicación. Indudablemente, en años anteriores se dieron campañas contra su persona. ¿Qué le diría usted a quien ha conocido a monseñor Escrivá sólo por noticias de prensa?

–Monseñor Capucci: Creo que lo más importante es ir a la verdad de los hechos, y la verdad queda determinada por la canonización. La canonización presenta un santo de la Iglesia universal, modelo para todos los cristianos. Para un católico, tras este acto pontificio, todo lo que fue polémica –más o menos surgida de prejuicios– queda como algo anacrónico.

–Antes de la beatificación, se dieron polémicas. Quizá esto ha ayudado a explicar y comprender mejor quién era monseñor Escrivá.

–Monseñor Capucci: De hecho, estoy seguro de que todo lo que ha pasado tiene un sentido. Dios saca bien del mal. Lo compruebo al ver la acogida positiva que está teniendo la canonización. Hubo campañas ideológicas contra el Opus Dei, como cuando se le acusó injustificadamente de cercanía al general Francisco Franco, y otras cosas que se han dicho y escrito. Estos años, sin embargo, han permitido a todos conocer mejor la verdad de la figura del santo. De hecho, es sorprendente la acogida que está teniendo la canonización en muchos países, sobre todo en muchos que no tienen una tradición cristiana.

–Al canonizar a Josemaría Escrivá, el Papa está proponiendo a la Iglesia y al mundo el ejemplo de vida de este hombre. ¿Cuál es la lección que deja su vida?

–Monseñor Capucci: Pienso que ésta es la canonización de la vida ordinaria. La vida del cristiano que trabaja, la vida del hombre sencillo, la vida de la mujer que vive de su trabajo, que vive para su familia. La realidad más prosaica, más monótona, de la que está entretejida nuestra vida es el camino de santidad. Para llegar a Dios no hay que hacer cosas extraordinarias, sino hacer lo que hacemos. Es el mensaje de la santificación de los cristianos de a pie. Recuerdo unas palabras del Fundador en las que decía que los cristianos tienen que ser los aristócratas del amor, porque descubren un rubí o una esmeralda allí donde sólo hay fondos de botella. Su mensaje es la transfiguración de lo ordinario por el amor.

–¿Cuál son, según usted, los rasgos desconocidos de la personalidad de Escrivá? </b>

–Monseñor Capucci: Es difícil escoger un rasgo específico, pues tuvo una personalidad muy rica. La virtud que más destacó en él era la caridad.

¿Cómo era la caridad del fundador del Opus Dei?

–Monseñor Capucci: Te quería como eres, con tus defectos. Se trataba de un ejercicio constante de paternidad. Era un padre, un hombre cariñoso, dispuesto a perdonar.

–Con un temperamento muy fuerte…
–Monseñor Capucci: Sí, tenía una voluntad de hierro y una dulzura muy grande. Te pedía metas altas y exigentes, pero era capaz de motivarte con su caridad, de manera que te sentías motivado a alcanzarlas. No pedía imposibles.

–La canonización supone también la ratificación del carisma de monseñor Escrivá, el Opus Dei, para la Iglesia en general, para cualquier católico. ¿Qué es el Opus Dei ahora que recibe este espaldarazo del sucesor de Pedro?

–Monseñor Capucci: La naturaleza de la canonización por su índole teológica es la universalidad, es decir, se trata de un acontecimiento eclesial para todos los cristianos. Un santo no es el representante de una sensibilidad espiritual peculiar, o de un grupo. No es el promotor de una línea pastoral, que se puede concebir en alternativa con otras. Un santo pertenece al patrimonio de la Iglesia entera. Todo cristiano puede encontrar en él una fuente de inspiración. Por tanto, Josemaría Escrivá ya no es propiedad exclusiva del Opus Dei.

–Esto implica también un cambio para el Opus Dei…

–Monseñor Capucci: El Prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría, insiste en que, para los hijos e hijas del Fundador, la canonización debe ser sinónimo de conversión.

–Usted ha pasado casi 25 años trabajando en esta causa de canonización. ¿Cuáles han sido los testimonios que ha recogido y que recuerda particularmente?

–Monseñor Capucci: El más rico ha sido el del obispo monseñor Álvaro del Portillo, sucesor de Escrivá en la guía del Opus Dei, ya fallecido. Se trata de más de dos mil páginas mecanografiadas llenas de anécdotas. Me impresionaron mucho los testimonios de sacerdotes que, en los años treinta o cuarenta, acudieron a retiros espirituales predicados por el Beato Josemaría. Uno de ellos era el cardenal Ángel Suquía, arzobispo emérito de Madrid. Aquellos sacerdotes escribieron testimonios que coincidían entre sí: decían que habían sido predicados por un santo.

–La curación inexplicable de un médico ha sido el milagro que ha abierto las puertas de la canonización a monseñor Escrivá. ¿Han recogido ustedes testimonios de otros milagros?

–Monseñor Capucci: Hasta hoy hemos recogido la documentación completa de 48 casos de curaciones inexplicables. De estos 48, creo que tan sólo tres han sido experimentados por fieles de la Prelatura. Al recibir sus testimonios pensaba que, si bien hablamos tanto de la degeneración moral de nuestro mundo (violencia, drogas, etc.), sin embargo Dios hace muchos milagros. Una causa de canonización permite también tocar con las manos su presencia en nuestra humanidad.

Publicado por Alfa y Omega.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación