Schoenstatt: preguntas claves a los 100 años de su fundación

Entrevista al P. Heinrich Walter, superior general de los Padres de Schoenstatt y responsable de la Presidencia General del movimiento

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Falta muy poco. El sábado 18 de octubre 2014 celebrará Schoenstatt sus cien años de vida. Ese día, exactamente hace un siglo, el padre palotino José Kentenich, (1985 – 1968) sellaba una alianza de amor con la Virgen María, acto de fundación del movimiento. En ocasión de este jubileo, el padre Heinrich Walter, presidente de la Presidencia Internacional de Schoenstatt y superiorg General de los Padres de Schoenstatt, respondió a unas preguntas de ZENIT.

¿Cómo surge el Movimiento de Schoenstatt?
— Padre Heinrich Walter: Schoenstatt nace en 1914, en Vallendar, muy cerca del río Rhin. El P. José Kentenich era entonces director espiritual de muchachos jóvenes que deseaban ser sacerdotes con los palotinos. Les dio una charla a esos estudiantes, ofreciéndoles un programa para la fundación de un lugar mariano de peregrinación. Le pidieron a María que se estableciera en ese lugar. La idea del P. Kentenich cayó en suelo fértil. Los jóvenes le entregaron su trabajo y su vida a María, e invitaron a otros. De esta forma, desde la capillita de Schoenstatt, a la que llamamos Santuario Original, surge una comunidad creciente de creyentes de todo el mundo, que desean vivir su cristianismo con alegría y compromiso. Schoenstatt se expandió rápido y pronto se establecieron formas, reglas y estatutos.

¿Y cómo se fue expandiendo el Movimiento?
— Padre Heinrich Walter: Por un lado, a través de los jóvenes llegó a los adultos. Así surgieron comunidades de sacerdotes, hombres y mujeres. La primera comunidad independiente fue de las Hermanas de María, fundada en 1926. A través de trabajo misionero, desde los años 30, el Movimiento se expandió a otros continentes. Hoy en día hay más de cien mil personas que son miembros comprometidos de Schoenstatt, y varios millones, que en unos cien países se encuentran en contacto con el Movimiento.

¿Cuál es la esencia o la originalidad de la espiritualidad de Schoenstatt? 
— Padre Heinrich Walter: En Schoenstatt entendemos nuestra vida como una relación personal con Dios, con carácter de alianza. El camino es a través de una vivencia con María. Ella es la persona que ha vivido la relación más profunda con Jesús. Ella es para nosotros un ideal, y es quien nos conduce en el camino de la fe. Nos invita a andar el camino con ella, que lleva a una relación personal con su hijo. A esa decisión personal en la fe, llamamos alianza de amor, que es la perspectiva desde la cual vivimos nuestra fe. La alianza de amor imprime la forma que escuchamos a Dios, cómo nos unimos a María y seguimos a Cristo. Desde la alianza formamos nuestra vida y nuestras relaciones. También determina nuestra forma de trabajo y la vida diaria. La alianza es también un catalizador con el que finaliza o comienza una etapa de la vida. Un ejemplo: muchas familias renuevan conscientemente su alianza de amor cuando nace un hijo.

Schoenstatt es un movimiento apostólico. ¿Qué significa esto concretamente?
— Padre Heinrich Walter: En la Iglesia hay comunidades contemplativas con estabilidad local, y movimientos misioneros que van a los lugares donde todavía no se conoce el Evangelio. Schoenstatt se involucra con la profundización y desarrollo de la fe en todos los campos. Nos sentimos llamados a ir a todas las personas, para dar testimonio de nuestra fe. Nuestro apostolado comprende trabajo de formación, cursos de fe, proyectos pedagógicos y sociales, confrontación científica sobre preguntas actuales, como ser trabajo interrelacionado con personas de intereses afines.

Una característica de Schoenstattt son los santuarios similares al Original, que se encuentran por todo el mundo. ¿Qué nos puede decir sobre esto?
— Padre Heinrich Walter: El Movimiento se iba desarrollando en otros continentes, y se sintió que no se podía hacer entender el Santuario, sin una vivencia personal. En Uruguay surgió la pregunta si no se podría construir una  capillita similar. El P. Kentenich, que estaba en el campo de concentración de Dachau, prisionero de los nazis, respondió en forma positiva. De esta forma surgió el primer santuario filial. El Santuario se transformó en un símbolo de identidad de Schoenstatt, quebrando barreras de idiomas y culturas. Los miembros de Schoenstatt encuentran en todo el mundo lugares en los que se sienten en su terruño. Hoy hay en el mundo 210 santuarios filiales. El último en bendecirse fue hace un mes, el de Austin, Texas.

El domingo 5 de octubre tuvo lugar en el santuario mariano de Pompeya la tradicional oración de pedido a María. ¿Cuál es la relación entre Pompeya y Schoenstatt?
— Padre Heinrich Walter: Un informe sobre el surgimiento del santuario mariano de Pompeya, en Italia, fue para el P. Kentenich un signo de Dios, que le tocó personalmente. Pompeya tiene un significado como el encendido de la llama. Por esta razón, en este momento unos 90 jóvenes de 10 naciones corren con una antorcha 1800 km. desde Pompeya hasta Schoenstatt. Más allá de esta inspiración inicial, no existe una relación o trabajo común con Pompeya

.En este momento está teniendo lugar el sínodo de las Familias en Roma. ¿Qué rol juegan las familias en el Movimiento? 
— Padre Heinrich Walter: En los últimos 50 años la rama de las Familias se ha transformado en una tarjeta de presentación de Schoenstatt. Es la parte del Movimiento que crece con mayor firmeza, y que ha impregnado a Schoenstatt con elementos de un estilo de vida y de educación. Hay en todo el mundo incontables programas de formación y proyectos sobre espiritualidad y formación matrimonial.

¿Cómo atiende el Movimiento a matrimonios y a parejas que se preparan al matrimonio? 
— Padre Heinrich Walter: Schoenstatt ofrece un amplio espectro de programas como preparación intensiva al matrimonio en cursos semanales o en módulos, que se realizan en encuentros de noche por meses. Han tendio éxito las jornadas se fin de semana que tienen lugar anualmente luego del casamiento. Hay cursos sobre temas pedagógicos, formación de multiplicadores, la llamada Academia para Matrimonio y Familia. Queremos formar a familias que asistan a otras familias. Así surgió una gran red.

Hoy se habla mucho sobre los desafíos que presentan para la pastoral el problema de los divorciados y vueltos a casar. Schoenstatt tiene programas pastorales para parejas que enfrentan crisis, o que ya se han separado?
— Padre Heinrich Walter: Para Schoenstatt las parejas de separados vueltos a casar no es intrascendente. Hay diversos programas, de acuerdo al país y los desafíos locales. En Paraguay se trabaja desde hace muchos años con la “Pastoral de la Esperanza”. Se trata de una pastoral dedicada específicamente a parejas de separados y vueltos a casar. Con esa iniciativa se quiere expresar claramente que también para estas personas hay un lugar en la Iglesia. El proyecto surgió en trabajo conjunto con la Conferencia Episcopal.

¿Qué espera Schoenstatt de sus celebraciones por los 100 años de su fundación?
— Padre Heinrich Walter: En primer lugar esperamos una profunda experiencia de una gran comunidad multicultural, que comparte una identidad común. También esperamos un impulso de renovación y de misión desde el espíritu original. Y avanzamos en el fuego de la generación joven, de tal forma que el Movimiento, de acuerdo a los desafíos actuales pueda dar un adecuado aporte al futuro.

¿Con qué espíritu se prepara el Movimiento al encuentro del 25 de octubre en el Vaticano, con el papa Francisco? 
— Padre Heinrich Walter: Estamos muy unidos a él y a sus acentuaciones para la Iglesia. Cabe destacar que el P. Kentenich hablaba en tiempos del Concilio Vaticano II de una Iglesia pobre, humilde, peregrina, que se llega hasta las personas. El también hablaba de una Iglesia que es como un m
ovimiento, como una familia. Nos alegra poder encontrarnos con él. Le expresaremos nuestra solidaridad y esperamos de él un mensaje inspirador. Si la Iglesia también es familia, el Papa Francisco es una figura paterna que fortalece el espíritu de esta familia.

(Traducción del original alemán realizada gentilmente por Enrique Soros). 

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Paul De Maeyer

Schoten, Belgio  (1958). Laurea in Storia antica / Baccalaureato in Filosofia / Baccalaureato in Storia e Letteratura di Bisanzio e delle Chiese Orientali.

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