KÖNIGSTEIN, miércoles, 14 julio 2004 (ZENIT.org).- La generosidad de aproximadamente 334 mil benefactores de 17 países –de Europa, Norteamérica, Latinoamérica y Australia– incrementó un 1,2% en el ejercicio 2003 la suma recogida por la obra de derecho pontificio «Ayuda a la Iglesia Necesitada» (AIN).
Los beneficiados han sido los cristianos que sufren en numerosas regiones de todo el mundo, quienes constituyen la primera razón de ser de esta institución.
El año pasado los ingresos de AIN alcanzaron los 72,5 millones de euros (89.7 millones de dólares estadounidenses), frente a los 71,6 millones (88.6 millones de dólares, según el cambio actual de la moneda) del período anterior, según se desprende del informe anual recientemente publicado, del que la asociación informó el viernes pasado a Zenit.
Así se ha apoyado la labor que AIN realizó durante 2003 en 135 países, ocho más que el año anterior. Entre estos se encuentran algunos de mayoría musulmana como Argelia, Libia, Marruecos o Jordania, en los que la comunidad católica tiene muchas dificultades para vivir su fe.
Los secretariados de AIN en Francia (12,9 millones de euros, 15,9 millones de dólares), Alemania (11,4 millones de euros, 14,1 millones de dólares) y Suiza (6,2 millones de euros, 7,6 millones de dólares) registraron los ingresos más elevados.
El informe refleja además el fuerte incremento registrado en Chile (+89%) y Brasil (+37%), dos países que, simultáneamente, aportan fondos a «Ayuda a la Iglesia Necesitada» y reciben ayudas de la asociación.
También ha incrementado sus ingresos de forma significativa Portugal (+33%), que pertenece al grupo de los clásicos países donantes.
Durante el año 2003 recibieron subvenciones de AIN cerca de 5.000 proyectos presentados por diócesis, comunidades religiosas y parroquias de todo el mundo.
En Europa Central y Oriental, Ucrania (3,9 millones de euros, 4,8 millones de dólares) y Rusia fueron, una vez más, los países prioritarios para la Asociación.
Se destinó a la Iglesia católica de Rusia la ayuda más significativa, con 1,1 millones de euros (1,3 millones de dólares), seguida de los proyectos interconfesionales (1 millón de euros, 1,2 millones de dólares). «Ayuda a la Iglesia Necesitada» también ha apoyado a la Iglesia ortodoxa, sobre todo con proyectos de formación de futuros sacerdotes.
También han sido importantes las ayudas dirigidas a Croacia (más de 760.000 euros, 941.260 dólares) y Bosnia-Herzegovina (más de 640.000 euros, 792.640 dólares), dos países que siguen padeciendo las consecuencias de la guerra de 1991 a 1995.
En África se ha incidido en el apoyo a dos países castigados por la guerra: Sudán y la República Democrática del Congo, así como a Angola y Etiopía, donde, una vez finalizados los enfrentamientos armados, es muy necesaria la reconstrucción de las infraestructuras eclesiales.
En Latinoamérica se ha seguido prestando especial atención a los proyectos en Cuba y Haití, debido a su situación política, que también se puede trasladar a países asiáticos como China, Myanmar y Vietnam.
A los proyectos de Europa Central y Oriental se destinaron 16,4 millones de euros (20.3 millones de dólares); 14 millones a los de Latinoamérica (17,3 millones de dólares); 9,3 a Asia (11,5 millones de dólares) –incluido Oriente Medio– y 8,5 (10,5 millones de dólares) al continente africano.
El 30% de las ayudas de la Asociación durante 2003 se destinó a los proyectos de construcción, seguidos del apoyo a la formación básica y continua de sacerdotes, religiosos y laicos (más de un 19%); los estipendios de Misa, que contribuyen a garantizar la subsistencia de sacerdotes necesitados, con un 16,7%; o la promoción de proyectos en los medios de comunicación –por ejemplo, el equipamiento de emisoras de radio y canales de televisión católicos–, con un 12,5%.
AIN destinó también el 12% de sus ayudas a la adquisición de vehículos, un 5,2% a la promoción de la pastoral y un 3,5% a la subsistencia de religiosas.
El padre Werenfried van Straaten fundó «Ayuda a la Iglesia Necesitada» en 1947 para sostener a la Iglesia allí donde tuviera dificultades en su misión a causa de la falta de libertad religiosa o de medios económicos.
Más información en www.ain-es.org.
