SAN SALVADOR, 28 agosto 2001 (ZENIT.org).- El sacerdote salvadoreño Rogelio Esquivel liberado el lunes por secuestradores tras recibir el pago del rescate, se recupera en un hospital capitalino, se informó el martes.
Esquivel, de 60 años, ha enviado a sus feligreses un mensaje grabado en el que perdonaba a sus secuestradores. «Ofrezco, en nombre de Dios, el perdón a mis captores, exhortándolos a que se arrepientan y se conviertan al amor de Dios», afirma.
Un médico no identificado, dijo a periodistas que Esquivel tiene lastimadas sus manos porque estuvo esposado los 15 días de su cautiverio. El religioso recibió también un golpe en la parte frontal de la cabeza en el momento de su secuestro, agregó.
Esquivel fue secuestrado el pasado 12 de agosto al finalizar la misa nocturna en la iglesia Inmaculada Concepción de Santa Tecla, a unos 12 kilómetros al oeste de San Salvador.
Fue liberado la madrugada del lunes, tras 15 días de cautiverio, en una gasolinera en el oeste del país, después de que sus familiares pagaron a secuestradores un rescate, cuyo monto se desconoce.
El arzobispo capitalino, monseñor Fernando Sáenz Lacalle dijo que los desconocidos pedían a cambio de la liberación del sacerdote un reciente donativo económico de iglesias de Colombia.
Sáenz Lacalle, quien no especificó el monto ni la procedencia, señaló que el donativo «se empleó inmediatamente» en la reconstrucción de la iglesia en la que trabaja el padre Esquivel, destruida por los terremotos de enero y febrero.
Decenas de feligreses, que habían asistido a distintas vigilias para pedir por la liberación de Esquivel, abarrotaron la noche del lunes la iglesia Inmaculada Concepción para asistir a una misa de acción de gracias.
Los secuestros se han convertido en un auténtico problema social en El Salvador. Según estadísticas policiales, de enero a agosto se han registrado 38 denuncias de secuestro, y tan sólo nueve rescates.
