Señor de los Milagros, bendice al Perú para que sepamos vivir unidos y en paz

El cardenal Cipriani, arzobispo de Lima, pide al Cristo de Pachacamilla

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LIMA, viernes 19 octubre 2012 (ZENIT.org).- Cuando la religiosidad popular brota de la fe en Jesucristo y está animada por un espíritu eclesial se convierte en un medio valioso y eficaz para transmitir el evangelio y reavivar la fe en los alejados. Se dijo en el Sínodo de los obispos que se celebra en Roma. Toda América Latina está atravesada por arraigadas muestras de piedad popular. Una de ellas es la devoción al Cristo de los Milagros, en Perú, llamado también Cristo de Pachacamilla.

El cardenal arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, rindió el tradicional homenaje a esta advocación este jueves. Miles de fieles colmaron la plaza Mayor de Lima acompañando la procesión de la venerada imagen.

“Señor de los Milagros, bendice a este país, para que sepamos vivir unidos y en paz. Pero solo habrá unidad y paz si hay verdad”, exhortó el cardenal Juan Luis Cipriani durante el tradicional homenaje del Arzobispado de Lima, el jueves 18 de octubre.

“La presencia del Señor de los Milagros se manifiesta de una manera impresionante. Qué bueno es el Señor de los Milagros, cuánto nos quiere, cómo nos mueve el corazón. Por eso venimos a tus pies para dejarte nuestras intenciones y necesidades”, señaló el arzobispo de Lima.

“Con tanta ilusión esperamos este mes de octubre, con tanto cariño te recibimos en el Arzobispado y te decimos de verdad: ayúdanos a ser buenos cristianos, enséñanos a quererte más y bendícenos. Y atiende a cada uno que se acerca a ti y te pide salud, progreso y trabajo. Esta manifestación es una fiesta de la religión”, prosiguió.

En otro momento, animó a los padres de familia para que sean verdaderos custodios de la educación de los hijos. “Mamás y papás permanezcan unidos educando a los hijos. Y esas maravillosas abuelitas apoyen a sus hijos y nietos. Es muy importante el hogar formado por un padre y por una madre y por eso de una manera muy especial le pedimos al Señor de los Milagros en este año de la Fe: bendice a todas las familias peruanas”, dijo.

Peticiones por el Año de la Fe

El cardenal Cipriani pidió al Señor de los Milagros para que en el Año de la Fe, los fieles de la Archidiócesis de Lima se acerquen más a la Iglesia y den testimonio de vida cristiana.

“Acoge Señor, en este Año de la Fe, el deseo que todos tenemos, no solo de quererte, sino de vivir una vida realmente católica. Que se vea que el Señor de los Milagros entra en nuestros hogares por nuestro modo de vivir. Por eso, en este Año de la Fe, todos hacemos ese propósito de estar más cerca de ti Señor de los Milagros. Y eso nos lo enseña la Iglesia en el Catecismo”, pidió.

“Qué bueno eres Señor, cómo nos bendices cada año, cómo proteges a nuestro país, cómo ayudas a quienes tenemos la responsabilidad de conducir a este pueblo inmensamente católico por la vía de la paz, la unidad y la caridad”, continuó.

Finalmente animó a todos los fieles a cultivar la amistad con el Señor a través de los Sacramentos, especialmente la Reconciliación y la Eucaristía.

“Que nunca perdamos la amistad que recibimos en el Bautismo y si la perdemos, a confesarnos pronto para recuperarla. Señor de los Milagros, revístenos de esas virtudes, para que podamos ser testigos tuyos entre todos los hombres”, culminó.

La imagen recibe también los nombres de Cristo Morado, Cristo de las Maravillas, Cristo Moreno o Señor de los Temblores. La imagen de Cristo en la Cruz, fue pintada en una pared de adobe, ahora ubicada en el altar mayor del Santuario de Las Nazarenas de Lima.

A mediados del siglo XVII, negros procedentes de Angola formaron la cofradía de Pachacamilla y levantaron una edificación en donde uno de ellos pintó en la pared la imagen.

El 13 de noviembre de 1655, un fuerte terremoto sacudió a Lima y Callao causando miles de muertos. Todas las paredes de la Cofradía de los angoleños se cayeron, pero el muro de adobe con la imagen del Cristo permaneció en pie perfectamente, lo que fue considerado un milagro. Cada año aumentó la fe al que llamaron Señor de los Milagros y su procesión por las calles de lima, en el mes de octubre, es una de las más multitudinarias del mundo. Numerosas réplicas del Señor de los Milagros son veneradas en procesión por las comunidades peruanas en otras partes del mundo.

En Roma, Italia, la procesión del Señor de los Milagros congregó a numerosos fieles de la comunidad latinoamericana, como se puede ver en el video: http://www.latinosenitalia.it/index.php?option=com_content&view=article&id=389%3Asenor-de-los-milagros-2012-en-roma-primera-salida&catid=1%3Aultime&Itemid=65

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ZENIT Staff

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