NOVOSIBIRSK, 25 mayo (ZENIT.org).- Funcionarios de la Policía tributaria rusa irrumpieron en días pasados en el centro católico «Iñigo» de Novosibirsk, en Siberia, según informa «Radio Vaticano». En su intervención, detuvieron a todos los jesuitas del Centro y a sus colaboradores laicos durante cuatro horas en una habitación. Cuatro de los policías iban armados y registraron el local prestando especial atención al estudio televisivo Kana y a los programas preparados por el hermano Damian Wojciechowskii, corresponsal de argumentos religiosos de la TV polaca, acreditado ante el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación rusa.
La Policía secuestró en los estudios televisivos los documentos de la secretaría del estudio televisivo, 104 videocasetes, una computadora y una videograbadora. Hasta el momento, todo este material no ha sido restituido.
El registro, que ha tenido lugar sin dar ninguna explicación, es totalmente abusivo, según ha explicado el abogado del Centro, pues la Policía tributaria no tiene derecho a entrar en los locales de propiedad de una organización religiosa.
El administrador apostólico de Siberia occidental, el obispo Joseph Werth, en calidad del miembro del Consejo de los Asuntos Religiosos ante el presidente ruso, ha enviado a Vladimir Putin una carta oficial en la que pide que se aclare lo sucedido. Por su parte, el director del centro, el padre Jozef Macha, ha presentado una denuncia ante los tribunales locales.
