KÖNIGSTEIN, 6 noviembre 2001 (ZENIT.org).- Monseñor Jerzy Mazur, administrador apostólico de Siberia del Este, ha revelado que los católicos de la fría estepa piden construir templos para rezar y celebrar la eucaristía, pero la Iglesia católica no puede responder a sus necesidades por falta de dinero.
Esta es una de las conclusiones del informe que presentó el prelado en su visita a la sede de la asociación de derecho pontificio «Ayuda a la Iglesia Necesitada», en la que ilustró la vida cristianismo en una de áreas de trabajo espiritual más vastas de la Iglesia católica: unos diez millones de kilómetros cuadrados.
De sus 16 millones de habitantes, sólo 50.000 son católicos. La administración, con sede en Irkutsk, existe desde 1999 y tiene una urgente necesidad de ayuda exterior. Es especialmente necesaria la ayuda a la construcción para edificar iglesias, capillas y casas parroquiales, informó el obispo al visitar la sede de «Ayuda a la Iglesia Necesitada» en Königstein (Alemania) a finales de octubre.
Esta institución ha entregado al prelado 20 mil dólares para la edificación de una iglesia nueva en Magadav. Las comunidades católicas han presentado al obispo, sin embargo, la petición para construir otros siete templos.
Debido a la pobreza que reina en el país, informó monseñor Masur, el empeño caritativo de la Iglesia es de importancia crucial. Religiosas de las congregaciones de San Carlos Borromeo, de las pequeñas hermanas de la Inmaculada Concepción y siervas del Espíritu Santo trabajan por los niños abandonados en orfelinatos. Las religiosas se ocupan también de niños afectados de sida, presos y mujeres que quieren abortar.
Según monseñor Mazur, el aborto es todavía la forma de planificación familiar más extendida. En el trabajo pastoral, la formación religiosa de catequistas laicos es muy importante pero durante el año de la familia 2001, la pastoral familiar ha ocupado un lugar todavía mayor.
A la pregunta de una posible visita del Papa a Rusia en 2001, el obispo Mazur respondió en su visita a Königstein: «La condición necesaria sería una invitación del jefe del Estado y de la Iglesia católica. Los antiguos presidentes Mijaíl Gorvachov y Boris Yeltsin, así como el arzobispo Tadeusz Kondrusiewicz ya presentaron esta invitación».
«Hasta ahora –aclara–, el presidente Vladimir Putin no ha repetido la invitación pero tampoco a «desinvitado» al Papa expresamente. De hecho, se intenta evitar una provocación a la Ortodoxia».
Monseñor Mazur expresó en Königstein su profundo agradecimiento al apoyo que le dan los católicos de numerosos países del mundo, entre ellos Estados Unidos, Polonia, Italia, Alemania y la República de Corea.
En concreto, «Ayuda a la Iglesia Necesitada» destinó en el año 2000 dos millones de dólares para responder a las necesidades de la Iglesia católica en la Federación rusa. Esta institución también ayuda materialmente de manera decisiva a los sacerdotes ortodoxos más necesitados.
