Significativos nombramientos de consultores para la Congregación del Clero

Dos obispos estadounidenses y representantes de nuevos carismas eclesiales

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CIUDAD DEL VATICANO, 4 septiembre 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II nombró este jueves a 21 nuevos consultores de la Congregación vaticana para el Clero, entre los que se encuentran cuatro obispos (dos de Estados Unidos), representantes de nuevos carismas eclesiales, y eminentes teólogos.

El nombramiento tiene lugar después de la crisis surgida en Estados Unidos a causa de los escándalos atribuidos a sacerdotes.

Los nuevos obispos consultores estadounidenses son monseñor Daniel Mark Buechlein, arzobispo de Indianapolis, y monseñor Raymond Leo Burke, obispo de La Crosse.

Los otros dos prelados consultores son monseñor Flavio Calle Zapata, arzobispo de Ibagué (Colombia); y monseñor Séamus Hegarty, obispo de Derry (Irlanda).

Entre los nuevos consultores aparecen también sacerdotes que pertenecen a nuevos carismas eclesiales, como por ejemplo, monseñor Massimo Camisasca, superior y fundador de la Fraternidad Sacedotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo (surgida en el ámbito del movimiento Comunión y Liberación); monseñor Fernando Ocáriz, vicario general de la Prelatura personal del Opus Dei; y el padre Luis Garza Medina, vicario general de los Legionarios de Cristo.

El resto de los nuevos consultores son formadores de seminarios o profesores de universidades pontificias.

Entre ellos, se encuentra el sacerdote Vittorio Gambino, salesiano, profesor del Instituto de Formación Permanente de la Universidad Pontificia Salesiana de Roma; el padre Nikolaus Schöch, O.F.M., vicerrector del Pontificio Ateneo «Antonianum» de los franciscanos en Roma; y el doctor William E. May, profesor del Instituto Juan Pablo II para los Estudios sobre el Matrimonio y la Familia en Washington (Estados Unidos).

La Congregación para el Clero, cuyo prefecto es el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, tiene tres atribuciones específicas, según establece la constitución apostólica «Pastor Bonus» de Juan Pablo II que regula la vida de la Curia romana.

Ante todo recoge, sugiere y promueve iniciativas para la santidad y la actualización intelectual y pastoral del Clero (sacerdotes diocesanos y diáconos) y para su formación permanente.

Se encarga, además, de promover la formación religiosa de los fieles de toda edad (catequesis); así como de la conservación y administración de los bienes temporales de la Iglesia, en particular la congrua remuneración y asistencia sanitaria del clero.

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ZENIT Staff

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