Sigue abierta la posibilidad del viaje de obispos chinos a Roma

El Papa les ha convocado para participar en el Sínodo en octubre

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HONG KONG, viernes, 16 septiembre 2005 (ZENIT.org).- La Iglesia oficial china aún está en negociaciones con el Vaticano sobre la posibilidad de que estén presentes en Roma los cuatro obispos chinos llamados para el Sínodo, según manifestó el jueves Ye Xiaowen, director de la Oficina estatal de Asuntos Religiosos del país asiático tras una ceremonia religiosa en Hong Kong.

La agencia del Pontificio Instituto de Misiones Extranjeras «AsiaNews» se ha hecho eco de esta declaración, que llega días después del «desagrado» mostrado por Liu Bainian, secretario general de la Asociación Patriótica, quien había criticado a la Santa Sede por las relaciones diplomáticas con Taiwán y por haber difundido la lista de convocados al Sínodo presuntamente sin consultarlo con Pekín (Cf. Zenit, 12 septiembre 2005).

En China el gobierno permite la práctica religiosa sólo con personal reconocido y en lugares registrados ante la Oficina de los Asuntos Religiosos y bajo el control de la Asociación Patriótica. Los fieles que tratan de salirse de este control para ponerse en obediencia directa del Papa forman la Iglesia «clandestina».

Los cuatro obispos católicos chinos nombrados por Benedicto XVI para participar en la XI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos del 2 al 23 de octubre son monseñor Antonio Li Duan –arzobispo de Xian– y monseñor Aloysius Jin Luxian –obispo di Shangai— (ambos reconocidos por el gobierno), monseñor Giuseppe Wei Jingyi –obispo de Qiqihar— (no reconocido por el gobierno, por lo tanto de la Iglesia no oficial o «clandestina») y monseñor Luca Li Jingfeng –obispo de Fengxiang (Shaanxi)–, que acaba de ser reconocido por el gobierno. (Cf. Zenit, 8 septiembre 2005).

De acuerdo con Ye Xiaowen, los católicos chinos perciben el gesto de Benedicto XVI como «amistoso». «Es obviamente un signo de armonía –dice–. Y está aún en curso la negociación sobre la cuestión. Es una señal clara de “yihe weigui” [“la paz es preciosa”]».

Pero «difícilmente» –apunta— podrán participar todos los prelados, por razones de ancianidad o enfermedad.

«Uno de ellos está en la fase terminal de la enfermedad», mencionó. La agencia del PIME considera que puede estarse refiriendo a monseñor Li Duan, enfermo de cáncer.

En cuanto a la invitación a un obispo no reconocido, Ye Xiaowen dice no considerar a monseñor Wei Jingyi obispo.

La lista de convocados al Sínodo por Benedicto XVI incluye al obispo de Hong Kong, monseñor Joseph Zen Ze-Kiun, y al cardenal Paul Shan Kuo-his –obispo de Kaohsiung (Taiwán)–.

En cuanto a una representación de Taiwán en el Sínodo, Ye Xiaowen confirma que Pekín no quiere ver «dos Chinas» o «una China y un Taiwán» en contexto internacional, pero «es sólo asunto de los obispos taiwaneses si quieren participar en el Sínodo. Tienen derecho a acudir».

La Conferencia Episcopal de Taiwán ha anunciado el envío de dos representantes: al cardenal Shan se unirá en Roma el obispo de Tainan, monseñor Bosco Lin Chi-nan.

Para el secretario general del episcopado taiwanés, el padre John Chen Kun-chen, religión y política no deberían ser mezcladas: «Sería deplorable si China viera el Sínodo desde un punto de vista político, trazando además límites para nosotros y para ellos».

La Oficina de Asuntos Religiosos china siempre ha planteado la objeción de las relaciones del Vaticano con Taiwán como pretexto para no abrir relaciones diplomáticas con la Santa Sede, recuerda «AsiaNews». Pekín rompió sus relaciones con la Santa Sede en 1951, dos años después de la llegada al poder de Mao Zedong, expulsando al nuncio apostólico, el arzobispo Antonio Riberi.

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ZENIT Staff

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