BUENOS AIRES/ROMA, viernes 9 noviembre 2012 (ZENIT.org).- Siguen las declaraciones de duelo por la ida a la Casa del Padre del nuncio Faustino Sáinz Muñoz. Los obispos argentinos reunidos en su 104 Asamblea Plenaria expresaron su aprecio por la labor del arzobispo manchego fallecido recientemente en Madrid, España.
Los obispos argentinos expresan en un comunicado su “sentir al conocer la noticia del fallecimiento de monseñor Faustino Sáinz Muñoz, ocurrido el 31 de octubre de este año, quien fuera estrecho colaborador del cardenal Antonio Samoré, legado del Santo Padre Juan Pablo II para mediar en el conflicto que puso a nuestro país y a la República de Chile al borde de una guerra fratricida”.
“Ese sentimiento –añade el comunicado- es de profunda gratitud al Señor de la Vida por el ministerio sacerdotal y episcopal de monseñor Sáinz Muñoz, y por haberlo llamado a esta porción de Latinoamérica para ayudar a que dos pueblos encuentren la paz y superen sus diferencias”.
Por eso, concluyen en la nota hecha pública este 6 de noviembre, suman su “plegaria a la de nuestros hermanos obispos chilenos para encomendar el alma de monseñor Faustino a la intercesión de Nuestra Señora Santa María Madre de Dios, agradecidos por su fecunda misión pastoral entre nosotros”.
Así mismo, en su página web, representantes y miembros de la Institución Teresiana expresaron sus condolencias y participaron en la misa funeral por monseñor Faustino Sáinz Muñoz, celebrada el viernes 2 de noviembre en la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción de Madrid.
“Ha tenido una estrecha relación con la Institución Teresiana en varios de los destinos en los que ha servido a la Iglesia. Especialmente en Inglaterra y en la República Democrática del Congo”, se afirma en la noticia.
Representaron a la Institución Teresiana en la celebración María Dolores Martín, vicedirectora de la Institución Teresiana junto con las consejeras Inmaculada Pache y Elisa Estévez. También asistieron Loreto Ballester, exdirectora general, y otros miembros de las asociaciones I.T. Se trasladaron a Madrid para despedir a don Faustino, María Jacinta Guindano, que fue su secretaria en Inglaterra, María Enriqueta Soriano, desde Francia, y Pilar Maicas.
Gran cantidad de personas de diversos sectores sociales y eclesiales se hicieron presentes en la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción para dar su último adiós a don Faustino. Destacaba su amplia familia. La misa funeral, fue presidida por el cardenal Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid, y concelebrada por numerosos obispos y sacerdotes.
Entre las manifestaciones de gratitud, reconocimiento y aprecio, un sobrino de don Faustino leyó una carta que había sido escrita para una fiesta familiar que se realizó en el último verano, cuando se conoció el avance de la enfermedad y su etapa terminal. En ella destacaron la alegría y la sencillez de don Faustino aún en un momento tan difícil. Recordaron los consejos que su tío les había dado en todas las etapas de su vida, en los que siempre invitaba a mantener la unidad de la familia y transmitir la fe a las nuevas generaciones.
Sus restos fueron enterrados en la Cripta de la misma parroquia de Nuestra Señora de la Concepción de Madrid, a la que pertenecía su casa familiar.
