Miembros del autoproclamado Estado Islámico (EI) han lapidado supuestamente a una mujer en la provincia de Hama, en el centro de Siria, acusada de adulterio.
En un vídeo publicado hoy por los yihadistas en internet, que dura poco más de cinco minutos, aparece la condenada frente a su padre y un combatiente, que afirma que este será el primer apedreamiento en esa zona.
La mujer pide clemencia, pero su progenitor rechaza tajantemente perdonarla, pese a que el miembro del EI trata de convencerle. El padre decide «trasladar» la decisión de perdonarla a «Dios Todopoderoso».
Acto seguido, la condenada es conducida a un hoyo cavado en la tierra y rodeada por milicianos, que le lanzan piedras hasta que fallece. Según muestra la grabación, en la lapidación participa también el padre.
Se desconoce la fecha en que la mujer fue lapidada, y tampoco se ha podido verificar la autenticidad del vídeo. Aun así, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha afirmado que la ejecución se produjo en el norte de la provincia de Hama, donde hay amplias zonas tomadas por el Estado Islámico.
Los pasados 17 y 18 de julio, otras dos mujeres sirias fueron asesinadas de la misma manera en la provincia de Al Raqa, bastión principal del EI en Siria, por cargos similares.
Se reavivan las hostilidades en la ciudad de Kobane
Por otra parte, los enfrentamientos entre combatientes del Estado Islámico y las milicias kurdas en la localidad siria de Kobane (al norte del país) se han reavivado a última hora de ayer, tras dos días de relativa calma.
Esa misma madrugada, aviones de Estados Unidos lanzaron armamento, munición y ayuda médica para el abastecimiento de las fuerzas kurdas que luchan en la ciudad de Kobane, asediada desde hace más de un mes por los yihadistas, según ha informado el Mando Central estadounidense (CENTCOM), encargado de las operaciones en Oriente Medio.
La milicia kurda local ha conseguido resistir el empuje de los yihadistas, más numerosos y mejor armados, en parte gracias a los ataques aéreos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
El avance de los radicales del Estado Islámico hacia Kobane provocó que unas 200 mil personas cruzaran al lado turco como refugiadas. Ante esta situación, los kurdos turcos acudieron a la zona para ayudar a los desplazados y también para intentar cruzar a Kobane a unirse a la lucha junto con la milicia local, las Unidades de Protección Popular (YPG en sus siglas kurdas).
Tras unas arduas negociaciones, el Ejecutivo del presidente Erdogan ha garantizado este mismo lunes que los peshmergas podrán acceder a Kobane desde Turquía y unirse a la milicia kurda local.
La presencia de un enemigo común encarnado en los yihadistas ha acercado a las diferentes facciones kurdas, que ya han combatido juntas contra el Estado Islámico en el norte de Irak. Ahora, y gracias al permiso de Turquía, la misma situación podría reproducirse en Kobane.
Baghdadi insta a los musulmanes a sumarse al Califato
El EI es una organización yihadista nacida en Irak y relacionada con la red terrorista Al Qaeda. Con la sublevación contra el régimen de Assad en 2011, el grupo penetró en Siria y desde allí ha lanzado en las últimas semanas una ofensiva que le ha permitido hacerse con el control del norte y el oeste de Irak.
El grupo proclamó a finales del mes de junio el Califato Islámico y nombró califa a su líder, Abú Bakr al Baghdadi. La nueva organización se declara Estado independiente y reclama que todos los musulmanes del mundo le juren fidelidad.
Por su parte, el pueblo kurdo, formado por unos 30 millones de personas, se reparte sobre todo entre Siria, Irak, Irán y Turquía. En este último país viven unos 15 millones de kurdos, concentrados en el sureste y que mantienen una relación complicada con el Gobierno de Ankara.
