Solicitud del Papa por la dramática carestía en Níger

Se suma la ayuda católica por la hambruna que planea sobre millones de personas en la región

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NIAMEY/CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 27 julio 2005 (ZENIT.org).- A través de sus instituciones, la Iglesia católica está sumando esfuerzos para atajar el peligro de hambre que corren hasta 4 millones de habitantes de Níger en este momento, según estima la ONU.

Hace una semana, el obispo de Niamey, monseñor Michel Christian Cartatéguy, expresaba a través de la agencia misionera de la Santa Sede su agradecimiento por «la importante suma» que Benedicto XVI, a través del Consejo Pontificio «Cor Unum», había enviado «para ayudar a las poblaciones afectadas por la sequía en Níger». «Otras agencias católicas también están enviando ayuda», añadió.

Por su parte, la confederación mundial «Caritas Internationalis» (www.caritas.org) -con sede en Ciudad del Vaticano-, en un comunicado difundido este miércoles informó de que «Caritas Níger» da nuevamente la voz de alarma por la creciente crisis alimentaria en el país africano, donde estima en 3,6 millones el número de personas que sufren grave escasez de alimentos enfrentándose a la malnutrición, el hambre y la enfermedad.

Se hace eco de la tragedia este miércoles en portada el diario oficioso del Vaticano «L’Osservatore Romano», alertando de que el drama de Níger se vive también en Burkina Faso, Mauritania y Mali, cuyas cosechas se ven del todo comprometidas por «el doble flagelo de la sequía y la langosta».

La economía de Níger, basada en las actividades agropecuarias, está sumamente expuesta a las fluctuaciones climáticas propias de toda la región del Sahel.

En Níger existe una situación permanente de alerta alimentaria, originada por una pluviometría escasa que origina períodos de grandes sequías.

El año pasado, la invasión de langosta, la sequía y las precipitaciones discontinuas perjudicaron las cosechas e hicieron caer significativamente la producción de cereal, elevando los niveles de inseguridad alimentaria en todo el país –que atraviesa en este sentido la peor crisis en los últimos veinte años- y provocando desplazamientos masivos de la población.

Recuerda el organismo católico de ayuda que Níger, de mayoría musulmana, es uno de los países más pobres del mundo: cerca de tres cuartas partes de su población vive por debajo del umbral de pobreza. La mayoría de los habitantes de este país del interior del continente africano reside en zonas rurales y depende de la agricultura y la ganadería.

Según el gobierno, de las 106 zonas que enfrentan escasez de alimentos, 56 se encuentran en condiciones críticas.

«Caritas Niger» y su red diocesana de centros, que han visitado las áreas más afectadas, incluidos remotos pueblos y aldeas, informa de que numerosos hogares están recortando las tres comidas diarias a sólo una.

Mucha gente ha recurrido a ingerir hojas y pastos para sobrevivir, lo que ha conducido a un deterioro de su salud por la deficiente nutrición, y a un aumento de las enfermedades, especialmente entre mujeres y niños.

Para conseguir fondos a fin de adquirir alimentos, muchos además han empezado a vender sus pertenencias, ganado incluido, mientras que otros se han trasladado a las ciudades y países vecinos en busca de un trabajo alternativo.

Ya el pasado marzo «Caritas Niger» pidió asistencia a la confederación de «Caritas» para hacer frente a las necesidades alimentarias de los hogares y comunidades extremadamente vulnerables, y ayudarles a prepararse mejor para futuras crisis.

La respuesta de la confederación católica cubrió mucha de la cantidad de 800 mil dólares solicitada para una operación especial con la cual «Caritas Niger» incluye la provisión de 580 toneladas de alimentos para actividades «comida-por-trabajo» y ayuda alimentaria a comunidades y pueblos donde el déficit de cereal supera el 50%.

Esta labor está en marcha en las regiones de Agadez, Diffa, Dosso, Maradi, Tahoua, Tillabery/Niamey y Zinder.

Según informa el organismo, se espera que los programas «alimento-por-trabajo» sean un incentivo para una fuerte implicación de la comunidad y para reducir el desplazamiento a las ciudades.

«Caritas Niger» también está proporcionando 300 toneladas de alimentos para su venta a precio reducido, 550 toneladas de alimentos para ayudar a establecer depósitos de cereal y 100 toneladas de alimentos para distribuir entre los más vulnerables sin coste. Igualmente se están repartiendo semillas mejoradas y alimento para el ganado.

«Caritas Internationalis» (www.caritas.org) es una confederación de 162 organizaciones católicas de asistencia, desarrollo y servicio social, con presencia en más de 200 países y territorios

En estos momentos la confederación vigila estrechamente la evolución de la crisis en Níger, igual que en el vecino Burkina Faso. En los próximos días prevé un encuentro para evaluar las necesidades y analizar la posibilidad de destinar fondos adicionales desde los miembros de «Caritas» y organizaciones asociadas.

Cuando la semana pasada el obispo de la capital de Níger agradeció la ayuda de la Santa Sede, mencionó a «Fides»: «También muchos países están enviando ayudas. Y otros nos han prometido su ayuda y estamos esperando que las promesas se concreten».

Aún con las recientes lluvias caídas, recordó que «la cosecha está prevista para octubre-noviembre. Mientras tanto, Níger tendrá que contar con las ayudas que vienen de fuera».

La FAO, organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura, lanzó un llamamiento para enviar a Níger 4 millones de dólares para comprar semillas –que se necesitan urgentemente- y rehacer las reservas de ganado que se perdieron con la sequía, recuerda la agencia misionera de la Santa Sede.

El coordinador de la ONU para las ayudas de emergencia, Jan Egeland, lanzó un llamamiento para reunir 30 millones de dólares destinados a nuevas ayudas alimentarias a Níger.

Afirmó que había recibido «promesas alentadoras» de la Comisión Europea, de otros países europeos, de Estados árabes próximos a Níger y de los Estados Unidos. Ya han sido asignados unos 10 millones de dólares de Suecia, Noruega, Suiza, Bélgica, Unión Europea, Emiratos Árabes Unidos, Dinamarca, Alemania y los Estados Unidos

Más de 12 millones de habitantes tiene Níger, de los cuales la mitad no ha cumplido aún 15 años de edad. En el país tan sólo el 0,18% de su población es católica; el 80% es musulmana y el resto sigue las creencias tradicionales.

Apunta este miércoles «L’Osservatore Romano» que mientras «Níger se ha podido beneficiar del claro aumento de las ayudas de emergencia, en los tres países vecinos –Mali, Burkina Faso y Mauritania- se agrava de hora en hora la condición de dos millones y medio de personas en peligro y que tienen necesidad inmediata de alimento». La ONU señala que en Africa subsahariana hay más países en peligro.

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ZENIT Staff

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