''Soy también pintor, y digo que la tilma de Guadalupe no fue impresa por manos humanas''

Entrevista a monseñor Eduardo Chávez, director del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos

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Por José Antonio Varela Vidal

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 12 diciembre 2012 (ZENIT.org).- El tinte mariano que ha identificado estos días al Congreso Internacional Ecclesia in America, organizado por la Comisión Pontificia para América Latina, ha tenido en el Instituto Superior de Estudios Guadalupanos de México un motor que viene generando decisión, devoción y asombro entre los participantes.

ZENIT conversó con el director de esta iniciativa, monseñor Eduardo Chávez, quien junto al cardenal Norberto Rivera, arzobispo de México, la fundaron en 2003 con el fin de extender el conocimiento profundo y bien fundamentado del prodigio de la Virgen de Guadalupe.

¿El Instituto viene investigando sobre la “música” que contiene la tilma de la Virgen de Guadalupe, no?

–Monseñor Chávez: Una de las cosas mas interesantes que tienen los indígenas es esto de “flor y canto”, como verdad. Fernando Ojeda, que es parte de nuestro Instituto, dice que matemáticas y música es lo mismo, segun leyó en Pitágoras. Por lo que al descubrir todas las matemáticas que hay dentro de la imagen de la Virgen de Guadalupe, descubre también música, que va en consonancia perfecta con el centro de las flores, el centro de las estrellas, con toda esta formula matemática que él ideó para oir surgir esta música. Es como una inculturación de flor y canto, esa hermosa flor que es la imagen de la Virgen de Guadalupe que contiene también canto.

¿Y a qué periodo o género correspondería esta música?

–Monseñor Chávez: Es algo extraño. Porque es algo entre clásica, espiritual, cósmica, es una música realmente hermosa. Se puso todo lo que se encontró en la Imagen en la computadora y esta resuelve a su «entender», siguiendo la base armónica que surge de la Virgen de Guadalupe; no hay un arreglo poniéndole extra alguna cosa que se oiga bonito, sino que es la armonía perfecta. Es muy complejo saber a qué periodo responde, porque es una cosa totalmente distinta a todo lo que yo he escuchado.

¿El término apropiado sería que la tilma está «impregnada» o «estampada» con la imagen?

–Monseñor Chávez: Hay que recordar que la impresión apenas era un descubrimiento al inicio del siglo XVI, eran los primeros pasos de la imprenta. No habían telas impresas como ahora tenemos estampados, y para esos tiempos no se conocía algo semejante. Así es que ella está ‘impresa’ o ‘estampada’, cualquiera de los dos términos se puede usar. Lo digo de otra manera, la imagen no tiene brochazo, no tiene pincelada, no tiene preparación alguna, es una impresión directa a la tela.

Y esa durabilidad a través de los siglos, a pesar de la alta exposición, ¿cómo se puede explicar?

–Monseñor Chávez: Hay tilmas de fibra vegetal en otros países de climas desérticos que han durado siglos. El caso de la tilma de san Juan Diego, donde está impresa la imagen de la Virgen es una tilma vegetal, de una planta llamada agave, por lo que se han hecho pruebas en el ambiente húmedo y salitroso del Tepeyac, donde el nitro perjudica hasta a las piedras. La pregunta es: ¿cómo es posible que esta tilma, en un ambiente así, haya durado cerca de 481 años? Es imposible. Se han hecho experimentos, se han pintado copias en telas semejantes que se han expuesto a este ambiente, y no han durado más de diez años, despedazándose en las manos. Otro dato importante fue que estuvo 116 años sin ningún tipo de protección, directamente la tela a la pared…

¿Se considera esta tilma, acaso el prodigio material más evidente que tiene la cultura cristiana?

–Monseñor Chávez: No sé si sea el más evidente, pero es un prodigio claro, donde confluye fe y razón, porque se pueden hacer tantos estudios en esta imagen, como son los estudios matemáticos, o las estrellas que coinciden con las constelaciones, los reflejos humanos en los ojos de la Virgen, muchas cosas. La otra imagen que no fue hecha por mano humana fue la Sábana Santa de Turín, así es que son los dos grandes milagros que tenemos hoy en el mundo entero. Pero algo más… la Virgen de Guadalupe no tuvo como objetivo dejar la imagen, sino su objetivo fue que se hiciera una “casita sagrada” donde poner como centro a su Hijo, y esa casita sagrada es nuestro corazón, eso significa nuestra conversión.

Usted que ha tocado la tilma cuando la han inspeccionado, ¿cómo fue su impresión?

–Monseñor Chávez: Son tantas emociones, porque no puedes negar la fe que tienes ante esto, ni los estudios teológicos, espirituales y científicos que se han hecho. Ni tampoco negar que estás ante la presencia de algo que fue hecho de una manera divina, que no tiene explicación, todo eso es una carga de emociones y sentimientos. Uno capta perfectamente de que esto no puede ser pintura humana. Yo soy pintor, estudié pintura en la universidad, y digo que no se puede hacer esto con mano humana.

¿Qué le viene a la mente cuando escucha, por ejemplo Tepeyac?

–Monseñor Chávez: Es como nuestra propia conversión, que de un lugar que significa muerte, ahora con este toque de Dios a través de la Virgen de Guadalupe, surge la vida.

¿Y Juan Diego…?

–Monseñor Chávez: Un gran hombre, humilde, sencillo y no por ello débil. Sino con una fuerza, un vigor y un candor maravillosos.

El obispo Zumárraga…

–Monseñor Chávez: Un hombre humilde, que lo dejó todo para ir a evangelizar desde España.

La tilma…

–Monseñor Chávez: Es una señal que nos tiene que llevar a una verdadera conversión, para hacer de cada corazón ese Tepeyac.

La «casita sagrada» que pidió la Virgen…

–Monseñor Chávez: Es lo más importante, porque significa Iglesia católica, significa la familia de Dios, la civilizacion del amor.

Los ojos de la Guadalupana…

–Monseñor Chávez: Refleja lo que ella ve, y allí estamos reflejados todos en esos ojos misericordiosos.

La evangelizacion inculturada en América…

–Monseñor Chávez: Es una gran responsabilidad para los que nos decimos católicos y guadalupanos, porque no es solo tenerla a Ella como algo externo, sino que sea Ella quien convierta nuestro corazón y manifestemos un verdadero testimonio de su casita sagrada que es Iglesia, que es vida nueva.

Para conocer más: www.iseg.org.mx

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ZENIT Staff

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