Sta. Marta: 'dejar lo caduco e inspirarse en el Evangelio'

El Evangelio es novedad. La plenitud de la ley son las Bienaventuranzas, la ley del amor, como demostró Jesús

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La Iglesia nos pide que “dejemos de lado las estructuras caducas”, que no sirven, porque “es necesario tomar odres nuevos: los del Evangelio”.

Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la misa de este viernes celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta al comentar el Evangelio del día. O sea que el cristiano no debe ser “esclavo de tantas pequeñas leyes”, sino abrir el corazón al mandamiento nuevo del amor.

El Papa explicó que los escribas querían poner en dificultad a Jesús y por ello le preguntan por qué sus discípulos no ayunan, tendiéndole una trampa y Jesúsy responde hablando de la fiesta y la novedad. “A vino nuevo, odres nuevos. La novedad del Evangelio. ¿Qué nos trae el Evangelio?, alegría y novedad. Estos doctores de la ley estaban cerrados en sus mandamientos, en sus prescripciones.

San Pablo, hablando de ellos, dice que antes de llegar Jesús, todos estábamos confinados como prisioneros bajo la ley. Una ley que no era mala: pero los mantuvo prisioneros. Y la fe se ha revelado, en Jesús».

El pueblo “tenía la ley que le había dado Moisés”; y después tantas de estas “costumbres y pequeñas leyes” que habían codificado los doctores, indicó el Santo Padre.

Alguien podría objetar, indicó el Papa: ¿Pero los cristianos no tienen ley?’; ¡Sí!, enfatizó, y añadió que Jesús ha dicho: ‘Yo no vengo a abolir la ley, sino a llevarla a su plenitud. Y explicó que la plenitud de la ley, por ejemplo, son las Bienaventuranzas, la ley del amor, el amor total, tal como Jesús nos demostró con su amor.

Y cuando Jesús reprende a estas personas, estos doctores de la ley, les llama al órden por no haber mantenido las personas con la Ley, sino de hacerlo esclavo de pequeñas leyes, de muchas pequeñas cosas que deben hacer».

Cosas que hay que hacer con la libertad que Jesús nos trae en la nueva ley, la ley que Él ha sancionado con su sangre. Y ésta “es la novedad del Evangelio, que es fiesta, es alegría y es libertad”.

«Pablo distingue entre: hijos de la ley e  hijos de la fe. A vino nuevo, odres nuevos. Y por esta razón la Iglesia nos pide, a todos nosotros, algunos cambios nos pide dejar a un lado las estructuras perecederas: ¡No sirven! Y tomar otras nuevas, las del Evangelio. No podemos por ejemplo entender la mentalidad de estos doctores de la ley, estos teólogos fariseos: no se puede entender la mentalidad de ellos con el espíritu del Evangelio.El estilo del Evangelio es un estilo diverso, que lleva la ley a la plenitud. ¡Sí! Pero de un modo nuevo: es el vino nuevo, en odres nuevos”.

Y el Papa concluyó con una petición: Que el Señor nos de la gracia de “no permanecer prisioneros”, sino que “nos de la gracia de la alegría y de la libertad que nos trae la novedad del Evangelio”.

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ZENIT Staff

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