Sudán del Sur: La Iglesia recuerda al obispo heroico

Recordando al obispo Joseph Akio Mutek de Torit 1958-2013

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Se ha rendido homenaje a un obispo sudanés que sobrevivió hasta a una docena de amenazas de muerte mientras servía un pueblo del que los informes dicen que es de los que más sufrieron durante la larga y sangrienta guerra civil del país.

El obispo Johnson Akio Mutek fue enterrado el viernes 22 de marzo en su catedral de los Santos Pedro y Pablo en Torit, un edificio devastado por los bombardeos de la zona entre 1983-2005, los años de la guerra civil de Sudán.

Años de esfuerzo para ayudar a su gente sobreviviendo a asaltos militares, inevitablemente debilitó la salud del obispo y el lunes pasado 18 de marzo, después de dos trasplantes de riñón en la India, el obispo Akio murió repentinamente en Nairobi, Kenya. Tenía sólo 55 años.

En un mensaje enviado a la fundación católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el obispo auxiliar Daniel Adwok Kur de Jartum, Sudán, dijo: «Estamos muy tristes por la muerte del obispo Akio. Que el Señor compasivo y misericordioso le recompense por sus esfuerzos pastorales y lo reciba en su paz eterna».

Fue ordenado sacerdote en diciembre de 1988, el padre Akio sirvió en Torit durante el apogeo de los bombardeos aéreos realizados por el régimen islamista en Jartum, que sistemáticamente redujo a escombros la región.

En un momento dado, las fuerzas de Jartum ocuparon la región por la fuerza para convertir a la gente al Islam, prohibieron el idioma local en favor de la lengua árabe, y arrebataban a los niños en formación para convertirles en niños soldados.

El padre Akio trabajó junto al obispo Paride Taban de Torit, ejerciendo su ministerio con la gente detrás de las líneas enemigas, y ayudando a evacuar a zonas seguras lejos de los aviones bombarderos Antonov, de fabricación rusa. La misma casa del obispo fue bombardeada más de 70 veces en tres semanas.

Su responsabilidad de dirigir a la gente, en medio de la guerra, aumentó en mayo de 1998, cuando a los 40 años se convirtió en obispo auxiliar de Torit. Él tomó el control de la diócesis nueve años después.

En una entrevista a Ayuda a la Iglesia Necesitada, el obispo Akio recordó la guerra civil diciendo: «La ira del pueblo creció durante muchos años y se ha renovado constantemente por nuevas experiencias de dolor y angustia». El obispo señaló una cicatriz en su frente, uno de los muchos intentos de asesinato.

El arzobispo Paulino Lokurdu Loro de la vecina Juba, señaló el 25 aniversario de la diócesis de la diócesis de Torit en diciembre de 2008 diciendo que fue la zona más afectada por la violencia durante la guerra civil de Sudán.

Torit se convirtió en parte del sur de Sudán el 9 de enero de 2005 cuando el régimen de Jartum y los rebeldes de la base del sur del Ejército de Liberación del Pueblo Sudanés firmaron el Acuerdo General de Paz.

El obispo Akio se encargó de la reconstrucción de la diócesis de Torit, que fue arrasada prácticamente desde el suelo: la catedral, la casa del obispo y los edificios de la curia estaban en ruinas.

Hasta tal punto Torit fue aislada del mundo exterior, que en julio de 2009 el personal de la asociación católica internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada hizo una visita largamente esperada a la diócesis de Torit, donde fueron recibidos por el obispo Akio.

Recordando la visita, John Pontifex de AIN dijo: «Al llegar a la diócesis del obispo Akio, me quedé muy sorprendido por la magnitud de la devastación, a diferencia de cualquier cosa que hubiera visto antes. Apenas había una piedra sobre otra».

«La Iglesia Católica –con el obispo Akio como su pastor- se encargó literal y metafóricamente de la reconstrucción de la diócesis desde el principio».

«Fue –y sigue siendo- una tarea verdaderamente desalentadora, sin prácticamente ninguna infraestructura disponible, pero mientras otros estaban deprimidos y temerosos por el futuro, el obispo Akio estaba lleno de planes para el futuro. Mi recuerdo más fuerte de él es de una visita a la Escuela Primaria Santa Teresa en Torit, donde los niños estaban cansados ​​de esperar. Pero el obispo pronto cambió su tristeza y lágrimas en alegría, saltando sobre un tronco de árbol y cantando el canto local «Jesús, el número uno».

El obispo Akio se inspiró en Torit en el padre Saturnino Ohure, quien luchó por la autodeterminación del pueblo de Sudán del Sur, antes de la separación del Norte, que fue asesinado en 1967, y aclamado hoy como un héroe de la independencia.

Traducido del original inglés por Rocío Lancho García

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ZENIT Staff

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