Sudán informa que ha conmutado la pena de muerte a la cristiana embarazada

En un mensaje enviado a la Comunidad de San Egidio

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ROMA, 10 febrero 2002 (ZENIT.org).- La joven sudanesa condenada a muerte por haber quedado embarazada no será lapidada, aseguró este sábado el Gobierno de Sudán en un mensaje enviado a la Comunidad de San Egidio.

La joven cristiana de dieciocho años, Abok Alfa Akok, había sido condenada por un Tribunal
de Nyala, en la región de Darfur, a pesar de que siempre había asegurado que está encinta a causa de una violación. En el proceso no tuvo derecho a defenderse. Se celebró en árabe, idioma que no entiende.

El 7 de febrero, el cardenal Roberto Tucci, presidente del Comité de gestión de «Radio Vaticano», invitó a todos los cristianos y personas de buena voluntad a unirse a una campaña de protesta contra Sudán.

Al día siguiente, la Comunidad de San Egidio, movimiento católico surgido en 1968 en Roma, candidato al Premio Nobel 2002, lanzó un llamamiento internacional dirigido al presidente de la República de Sudán, Omar Hassan Al-Bashir, y a todos los miembros del Gobierno.

Mario Marazziti, portavoz de la Comunidad, comentó este domingo ante los micrófonos de Radio Vaticano la noticia con estas palabras: «Estamos muy contentos pero todavía contenemos la respiración. Estamos buscando otro tipo de confirmaciones».

El mensaje escrito por los gobernantes de Jartum decía que la sentencia «ha sido conmutada por la Corte Suprema».

Según explicó el sábado un representante del Gobierno sudanés, explica el portavoz, «la condena a muerte se habría levantado, aunque se mantendrá una especie de condena por delitos menores…».

Según Marazziti, el gobierno sudanés ha dado marcha atrás cuando voces de la comunidad internacional constataron que la sentencia aplicó la ley islámica a pesar de que no se trataba de un tribunal religioso, sino civil, y que la acusada era cristiana. Un caso sin precedentes.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación