Superior de la Iglesia en Nepal descarta eventuales represalias contra cristianos

Por el asesinato de doce nepalíes a manos de fundamentalistas en Irak

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

KATMANDÚ, jueves, 2 septiembre 2004 (ZENIT.org).- La violencia desatada en Katmandú por el asesinato de doce nepalíes a manos de fundamentalistas islámicos en Irak ha suscitado el temor también entre los cristianos, pero no por motivos religiosos, sino por un ambiente de tensión general, reconoció este jueves el sacerdote Pius Perumana S.I., pro-prefecto apostólico en Nepal.

Miles de personas se echaron a las calles en la capital nepalí al conocerse el martes el asesinato de sus compatriotas –secuestrados el 20 de agosto– por parte del grupo extremista islámico «Ansar al-Sunna» en Irak.

Al grito de «venganza», los manifestantes atacaron la mezquita de Jama –la principal de Katmandú— y la de Takie, en el centro de la capital, así como agencias de empleo y oficinas públicas acusando al gobierno de no haber hecho lo bastante para salvar la vida de los rehenes. La policía intervino para detener los disturbios, cuyo balance inicial es de dos fallecidos según fuentes oficiales.

El padre Justin, de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, en la capital, relató el miércoles que las autoridades les habían recomendado no salir de la parroquia ante el peligro y que muchas personas habían rodeado los edificios de la misma.

Expresó también el temor de que los manifestantes, acusando a los Estados Unidos de responsabilidad por la muerte de los 12 nepalíes –porque trabajaban para ellos en Irak–, culparan a todos los cristianos por considerar a los Estados Unidos «una nación cristiana».

Aunque en este momento en Katmandú «la situación está bajo control, la tensión es palpable. El toque de queda está aún en vigor», es «jornada de luto nacional» y «existe aún una profunda conmoción y amargura en todos», relató el Pro-Prefecto Apostólico en Nepal a «Fides», de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos.

«Ciertamente una reacción violenta por lo sucedido no la esperábamos. Se percibía entre la gente gran dolor y desconcierto, que lamentablemente han desembocado en rabia colectiva», si bien la policía intervino oportunamente e incluso «los líderes religiosos islámicos en Nepal han condenado el asesinato», continuó el padre Perumana.

«Todos los ciudadanos nepalíes están impactados por la tragedia, cualquiera que sea la religión que profesen. También los cristianos están temerosos y encerrados en casa, pero no por miedo a agresiones por motivos religiosos, sino por la tensión general que se percibe», recalcó.

Por su parte, el Ejecutivo –que indemnizará con unos 11.000 euros a cada familia de los asesinados– ha decidido abrir una investigación sobre el funcionamiento de «Moonlight Consultancy», la agencia que contrató a los trabajadores nepalíes.

Y es que las familias de las víctimas han declarado que éstas se encontraban ilegalmente en Irak contra su voluntad; afirman que los doce nepalíes habían firmado un contrato para trabajar en Jordania, pero que fueron privados de sus pasaportes y enviados a Irak.

En el país, de unos 25 millones y medio de habitantes, los hindúes forman el 86,2% de la población, los budistas el 7,8% y los musulmanes el 3,8%. Los cristianos son medio millón, de los que seis mil son católicos.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación