Penitenciaria Apostólica confirma cómo se procede con intenciones de misas que un sacerdote no puede celebrar

Si un sacerdote ha recibido un determinado número de intenciones para las Santas Misas y se encuentra imposibilitado para celebrarlas, puede, a través de su Confesor, apelar a la Penitenciaría Apostólica, la cual, tras valorar la apelación en base a la información recibida, actuará en consecuencia.

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(ZENIT Noticias / Ciudad del Vaticano, 15.03.2022).- Por medio de una notificación publicada el martes 15 de marzo, la Penitenciaria Apostólica, a nombre del Papa, aclaró cómo proceder en los casos de los sacerdotes que han recibido intenciones de misas y que no las pueden celebrar.

Al respecto, la nota aclaratoria recuerda una disposición previa del Papa (15.02.2022) que indica que «La reducción de las cargas de misa, que se hará sólo por una causa justa y necesaria, está reservada al Obispo diocesano y al Supremo Moderador de un Instituto de Vida Consagrada o de una Sociedad clerical de Vida Apostólica».

 

A continuación dice que “A raíz de una serie de peticiones en este sentido, cabe señalar que el Papa Francisco, en la Audiencia concedida al Cardenal Penitenciario Mayor y al Regente el 3 de marzo de 2022, confirmó la práctica vigente para el foro interno, es decir, que si un sacerdote ha recibido un determinado número de intenciones para las Santas Misas y se encuentra imposibilitado para celebrarlas, puede, a través de su Confesor, apelar a la Penitenciaría Apostólica, la cual, tras valorar la apelación en base a la información recibida, actuará en consecuencia. La Penitenciaría Mayor informará al Santo Padre de todos los casos de posibles reducciones en la carga de las Santas Misas en audiencia privada”.

Una explicación con un lenguaje más sencillo

La Penitenciaria Apostólica es un Dicasterio de la Santa Sede que ayuda al Papa con todo lo relacionado con el foro interno, es decir, con lo que sólo conoce acerca de sí la propia persona. Se entiende especialmente algo que puede constituir materia de pecado y/o delitos canónicos.

Un sacerdote que recibe una intención de misa (la cual está asociada a un estipendio económico) queda obligado bajo pecado mortal a celebrar la misa por esa intención. Dado que puede suceder que un sacerdote recibe más intenciones de las que puede celebrar, y no hay alguien más que las pueda celebrar por él, algunos sacerdotes cargan con este peso de conciencie que sólo ellos conocen al ser materia de foro interno.

Lo que aquí hace la Penitenciaria es decir el procedimiento y quién hace la gestión para reducir la carga de intenciones. La praxis supone hacer esta gestión por medio del confesor quien, omitiendo el nombre del sacerdote penitente, debe escribir una carta a la Penitenciaría Apostólica indicando

-el número de Santas Misas que no se han aplicado;

-la razón por la que el sacerdote no las aplicó y cómo utilizó las ofrendas recibidas para la celebración;

-la edad del sacerdote, al menos aproximadamente;

-el estado de salud;

-el número de misas que podía aplicar personalmente o encargando a otros sacerdotes.

La Penitenciaría Apostólica, después de evaluar toda la información contenida en el recurso, procederá, si es necesario, a reducir el número de Santas Misas que no se han aplicado, imponiendo la obligación de celebrar o hacer celebrar un número menor de ellas y el resto se proveerá del «tesoro de la Iglesia».

Si el responsable de la solicitud es una persona jurídica y no una persona física, la petición debe dirigirse a la Congregación para el Clero.

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Jorge Enrique Mújica

Licenciado en filosofía por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, de Roma, y “veterano” colaborador de medios impresos y digitales sobre argumentos religiosos y de comunicación. En la cuenta de Twitter: https://twitter.com/web_pastor, habla de Dios e internet y Church and media: evangelidigitalización."

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