KAMPALA, 15 julio 2002 (ZENIT.org).- El presidente ugandés Yoweri Museveni ha apoyado la posibilidad de que la Iglesia católica y la comunidad protestante desempeñen un papel efectivo de mediación entre el Gobierno de Kampala y los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor (LRA).
Aun se desconocen las posibilidades que tendrán las confesiones cristianas para resolver el conflicto, si bien la agencia misionera Misna, que ha divulgado la noticia, considera que se trata de una señal esperanzadora.
El obispo de Gulu, monseñor Baptist Odama, por el momento ha adoptado una postura de prudencia. A las solemnes declaraciones de Museveni, ha respondido: «Sólo puedo confirmar que ha habido un primer encuentro con las autoridades de Kampala –reveló a Misna–, ahora habrá una reunión más técnica. Aún es pronto para comentar la posición del Gobierno. Desde hace años, la diócesis de Gulu está empeñada en recuperar la paz y ahora lo intentamos de nuevo».
Según fuentes gubernamentales, Museveni habría puesto condiciones concretas. Las conversaciones con los hombres de Joseph Kony, el imprevisible líder del LRA que el Ejército habría estado apunto de capturar hace unos días, se deberán celebrar en tres localidades del sur de Sudán, donde se garantizará que los militares de Kampala no atacarán.
El Ejército de Resistencia del Señor lucha con las armas por la creación de un Estado basado en la observancia de pretendidos conceptos «bíblicos». Para alcanzar este objetivo, sin embargo, no duda en emprender acciones criminales contra la población civil, con secuestros de niños y mujeres.
