ROMA, 15 octubre 2001 (ZENIT.org).- «Condenamos los actos de terrorismo en Estados Unidos y simpatizamos con los estadounidenses», ha declarado Muhhiddin Kabiri, vicepresidente del Partido de Renacimiento Islámico (IRP) de Tayikistán.
«No nos oponemos al uso del territorio de Tayikistán para una acción de represalia contra los terroristas. Sin embargo, sólo apoyaremos a Estados Unidos si la batalla es contra los auténticos terroristas. Es excepcionalmente importante que la acción de represalia en acto no se convierta en una campaña contra los musulmanes», dijo al servicio de noticias Keston en la capital tajika Dushanbe.
El punto de vista del IRP es importante porque el partido reúne a la mayoría de quienes apoyan la creación de un estado islámico en Tayikistán. El hecho de que exprese su disposición a colaborar con Estados Unidos en la batalla contra el terrorismo hace suponer que la situación en Tajikistán no se desestabilizará incluso ahora que han empezado los ataques contra Afganistán.
Existe una explicación para comprender la postura del IRP: el partido mantenía estrechas relaciones con el líder, de etnia tayika, de la Alianza del Norte de Afganistán, Ahmad Shah Masoud, que fue asesinado en septiembre. Miembros del IRP lucharon junto a Masoud contra los talibán.
«La mayoría de los tayikos condenan los actos de terrorismo en Estados Unidos. Sin embargo, existe un problema con los radicales islámicos del partido clandestino Hizb-ut-Tahrir», declaró el vicepresidente de la comisión gubernamental para asuntos religiosos de Tayikistán, Ikromdin Nematov.
«La gran mayoría de quienes apoyan a este partido son de etnia uzbeka (un cuarto de la población). El partido es también influyente entre algunos tayikos en la región de Leninabad. Es natural que, después de los trágicos acontecimientos de Estados Unidos, nosotros deberíamos tomar medidas más drásticas para poner fin a las actividades de Hizb-ut-Tahrir en el territorio de Tayikistán», afirmó Nematov.
