Tierra Santa no necesita «muros», sino «puentes»; asegura el Papa

Condena los atentados terroristas en el área

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CIUDAD DEL VATICANO, 16 noviembre 2003 (ZENIT.org).- Según Juan Pablo II, Tierra Santa no tiene necesidad de «muros», sino más bien de «puentes», en referencia a la polémica barrera divisoria de los territorios palestinos e Israel, condenada por la comunidad internacional.

El pontífice expresó por primera vez de manera pública su condena a la iniciativa del gobierno israelí de crear una línea de seguridad fortificada al encontrarse este domingo con varios miles de peregrinos, congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano para rezar el «Angelus».

El Santo Padre comenzó condenando, en primer lugar, «todas las acciones terroristas perpetradas en estos últimos tiempos en Tierra Santa».

«Tengo que constatar, al mismo tiempo, que por desgracia en esos lugares el dinamismo de la paz parece que se ha detenido», reconoció.

«La construcción de un muro entre el pueblo israelí y el palestino es vista por muchos como un nuevo obstáculo en el camino hacia una pacífica convivencia», siguió diciendo.

«En realidad, ¡Tierra Santa no tiene necesidad de muros, sino de puentes! –exclamó con voz más clara que en sus intervenciones públicas de semanas anteriores– Sin reconciliación de los espíritus no puede haber paz».

«Que los responsables tengan el valor para retomar el diálogo y la negociación, dejando libre de este modo el camino hacia un Oriente Medio reconciliado en la justicia y en la paz», deseó el obispo de Roma al concluir su exhortación.

En una sesión especial de emergencia, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el 21 de octubre una resolución no vinculante que exige a Israel acabar con la construcción del muro y pide que desmantele los tramos construidos.

El gobierno del primer ministro de Israel, Ariel Sharon, inmediatamente anunció que continuaría con la construcción de la barrera.

La construcción de la barrera, que en algunas de sus partes es un vallado eléctrico con alambres de púas y, en otras, un muro de hormigón, comenzó el año pasado. Según el gobierno israelí, es necesaria para impedir que terroristas palestinos entren en Israel.

Los palestinos califican la barrera como un intento de usurpar territorios, señalando que la construcción no sigue la llamada Línea Verde, la frontera entre Israel y la Ribera Occidental antes de la Guerra de los Seis Días de 1967, reconocida por la comunidad internacional, según informaba el 22 de octubre la CNN.

Israel ya ha construido 150 kilómetros del muro en el norte. El plan es que el muro se extienda por 350 kilómetros y tiene un costo de 200 millones de dólares.

Ariel Sharon debía visitar este lunes Roma para entrevistarse con Silvio Berlusconi, primer ministro italiano, pero hasta el cierre de esta edición no tenía prevista en su agenda una visita al Vaticano.

Juan Pablo II ha sido el primer obispo de Roma (después de San Pedro) en visitar una sinagoga (la de Roma, en 1986); ha pedido perdón públicamente en varias ocasiones por las faltas cometidas por católicos contra los judíos; y a él se debe el establecimiento de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y el Estado de Israel.

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ZENIT Staff

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