Tres mil adhesiones a una petición contra la ley antiblasfemia de Pakistán

Lanzada por la sección francesa de Ayuda a la Iglesia Necesitada

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PARÍS, jueves 10 de junio de 2010 (ZENIT.org).- La sección francesa de la asociación eclesial Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) lanzó el 7 de junio una petición internacional para derogar la llamada “Ley sobre la blasfemia” que permite graves injusticias en Pakistán.

La iniciativa ha logrado casi tres mil adhesiones en tres días y se acompaña de una obra de movilización contra esa ley en vigor en Pakistán, que incluye una cadena de oración mundial por las víctimas de esa norma y sus familias.

<p>La web de la entidad impulsora de la iniciativa informa del caso de un niño de 5 años quemado vivo por ser cristiano, y destaca que mil pakistaníes han sido condenados por su fe.

En ese espacio de internet, los internautas pueden añadirse a esta petición firmando contra la ley antiblasfemia y enviar mensajes de apoyo, oraciones y donativos a la Iglesia católica en Pakistán.

“Pedimos al Gobierno de Pakistán derogar inmediatamente la ley sobre la blasfemia, en particular el parágrafo 295 C del Código Penal que prevé la pena de muerte para los culpables; pedimos al Gobierno que garantice los derechos de todas las minorías religiosas del país”, indica el texto de la petición.

El obispo de Faisalabad, monseñor Joseph Coutts denuncia que “esta ley, que debería servir para proteger lo sagrado, es utilizada desde hace tiempo para oprimir y perseguir las minorías religiosas en Pakistán, incluidos los cristianos”, que representan el 1,6% de la población.

El prelado pakistaní ha continuado la lucha de su predecesor, monseñor John Joseph de Faisalabad, reclamando la retirada de la ley antiblasfemia, como presidente de la Comisión Justicia y Paz de la Iglesia.

Según el obispo, el problema de la ley contra la blasfemia empeoró de manera dramática en el año 2001, al aumentar en Pakistán el sentimiento anti-occidental, que alcanzó su punto máximo con la intervención estadounidense en Irak y en Afganistán.

Monseñor Coutts trabaja por los derechos de la minoría cristiana de Pakistán que vive a la sombra de la violencia y la opresión y también en el diálogo interreligioso.

Ha recibido amenazas de muerte pero afirma que “no nos dejaremos aterrorizar por la intimidación; vamos a continuar nuestras actividades interconfesionales, para la armonía y la paz en el país”.

La ley sobre la blasfemia prevé la cárcel o incluso la pena capital para cuantos insultan o profanan el nombre del Profeta Mahoma o el Corán.

Está incluida en el Código Penal de Pakistán y fue introducida originariamente en 1860 por los británicos en la India, entonces no dividida.

En 1927, se añadió el párrafo 295 al Código Penal para tratar los “actos deliberados y maliciosos con la intención de ultrajar los sentimientos religiosos de cualquier grupo insultando su religión o su creencia religiosa”.

Pero el general Zia Ul Ha introdujo varias enmiendas al Código Penal -la cadena perpetua contra quien profane el Corán y la pena de muerte a quien insulte al profeta- instigado por los partidos islámicos del país.

Desde entonces, los cristianos han sufrido humillaciones y persecuciones a raíz de falsas afirmaciones en el marco de esta ley.

Según Ayuda a la Iglesia Necesitada, la ley antiblasfemia es inseparable del proceso de islamización de la sociedad, en el que el derecho está basado en la sharia, y es un instrumento de opresión.

El director de la sección francesa de AIN, Marc Fromager, afirma que esta ley no es precisa en su formulación ya que no diferencia entre una acción deliberada o no.

Además, según esa ley, una persona puede ser acusada sin pruebas, el demandante tiene un estatus de impunidad, y cada vez hay más simulacros de juicios y más dureza en las penas, denuncia Fromager.

Los arrestos, asesinatos y masacres han aumentado tras la promulgación de estas leyes. Centenares de lugares de culto han sido destruidos.

La Comisión Justicia y Paz de la Conferencia de los Obispos Católicos cifra en 993 las víctimas inocentes de esta ley entre los años 1986 y 2010, de las cuales 120 cristianos.

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ZENIT Staff

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