ROMA, 14 marzo 2003 (ZENIT.org).- En el Congreso convocado para el 3 de abril por el Parlamento Europeo sobre la futura Constitución Europea, los cristianos presentarán tres propuestas, representados por la Convención de Cristianos por Europa.
Así lo ha confirmado a los micrófonos de Radio Vaticano, Giorgio Salina, vicepresidente de la asociación, y consejero de la nunciatura apostólica ante la Comunidad Europea.
Cristianos por Europa, convención permanente de europarlamentarios, políticos de distintos países, diplomáticos, educadores, académicos y profesionales laicos ha elegido presidente a Josep Miró i Ardèvol, y cuenta con vicepresidentes en los diferentes países.
Gracias a la colaboración con el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, teje relaciones con las diferentes confesiones cristianas europeas (ortodoxos, protestantes, anglicanos…).
En la redacción de los primeros artículos del proyecto del Tratado Constitucional de la Convención Europea (http://european-convention.eu.int), presentada recientemente por el presidente de la Convención, Valéry Giscard d’Estaing, Cristianos por Europa ha planteado tres peticiones para mejorar su enunciado en un comunicado público.
«En el artículo 1, que trata de la creación de la Unión Europea, dice que la Unión respetará la identidad nacional de los Estados miembros. Debería decir también que respetará el estatus legal de las Iglesias, comunidades religiosas y organizaciones no confesionales, porque es parte esencial de dicha identidad nacional», puntualiza el presidente Miró.
«En el artículo 2, que trata de los valores de la Unión, se habla de dignidad humana, libertad, democracia, Estado de Derecho, derechos humanos, tolerancia, justicia y solidaridad –continúa diciendo el comunicado–. Eso nos parece muy bueno, pero faltan más conceptos que también son verdaderos valores europeos y habría que mencionar».
Josep Miró enumera los valores que los redactores de la nueva constitución deberían incorporar: «la centralidad de la persona humana, la defensa de la familia, la promoción de la paz, la subsidiariedad y la dimensión social –no solo individual– de los derechos humanos; son valores europeos que los redactores deberían incorporar en este artículo».
«En el artículo 3, que trata de los objetivos de la Unión, nos parece que faltan objetivos indispensables para Europa: la primacía de la persona, el respeto entre los pueblos, erradicar la pobreza, tutelar la infancia y la familia, promover la paz y observar los compromisos internacionales adquiridos», concluye Miró.
Por último, Cristianos por Europa, se pregunta «¿en qué se basan los valores europeos?».
Según su secretario, Antonio Arcones, «queremos recordar al poder político que la esfera civil y política es autónoma de la esfera eclesiástica, pero no de la esfera moral. Cuando el poder político renuncia a la esfera moral, lo termina pagando la convivencia civil».
«En nuestra opinión, si quitamos a los valores europeos su base trascendente –que es como viven los valores la mayoría de europeos– entonces los valores quedan vacíos de contenido, y el poder político puede entonces dictar sus propias normas, volviéndose contra el propio hombre», aclara Arcones.
Más información en http://www.eurocristians.org.
