Ucrania: El viaje más difícil de Juan Pablo II

Habla el catedrático de literatura rusa Vittorio Strada

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ROMA, 18 mar 2001 (ZENIT.orgAVVENIRE).- «El viaje a Kiev será el más difícil del Papa», opina Vittorio Strada, profesor de Lengua y Literatura Rusa en la Universidad de Venecia.

Ucrania es una de las teselas más complejas del mosaico de Europa del Este. «En este país, hay tres Iglesias ortodoxas –explica Strada–. Está la Iglesia ortodoxa ucraniana fiel al patriarcado de Moscú (cuya cabeza es Vladimir), que es la mayoritaria, con entre 14 y 15 millones de fieles. Está la Iglesia del patriarcado de Kiev (guiada por Filarete), cismática de Moscú y nacionalista, con entre 3 y 4 millones; y luego, la pequeña Iglesia ortodoxa autocéfala que tiene en torno a un millón de miembros».

Los cismas internos a la Iglesia ortodoxa en este país están complicando mucho el viaje pontificio, añade el catedrático. «Moscú teme que el Papa reconozca como interlocutor al patriarcado cismático de Kiev».

–De hecho, Filarete acaba de afirmar que se siente favorable al viaje del Papa, poniendo en su sitio la cuestión del llamado «proselitismo». Sin embargo, el hombre de Moscú, el arzobispo Vladimir, se han opuesto.

–Vittorio Strada: La declaración de Filarete no es una novedad. Ya en enero había replicado con esta tesis a la carta con la que Vladimir pedía que el Papa aplazara el viaje. Amortiguar el tono le interesa. Durante la visita, buscará de todos los modos posibles, acreditarse ante el Papa. Pero esto para Moscú es inaceptable. «El peor enemigo del diálogo entre nuestras Iglesias –declaró recientemente el responsable para las relaciones con los católicos– no podría sugerir al Papa una idea peor que la de buscar buenas relaciones con Moscú mediante un viaje a Ucrania».

–Todo esto se entrelaza con el delicado momento político que Ucrania atraviesa.

–Vittorio Strada: Ciertamente. Hasta hace pocas semanas, Leonid Kuchma parecía un presidente casi indiscutible. Ahora, en cambio, tras el asesinato de un periodista de oposición, ha sido acusado por la gente que se ha echado a las calles con grandes manifestaciones.

–¿Qué sucederá entonces en junio, cuando tendrá lugar el viaje papal?

–Vittorio Strada: Es difícil hacer previsiones. En el plano político, no sabemos cómo se desarrollará la situación. Y también desde el punto de vista eclesial hay incógnitas. La contraposición es clara, pero dependerá muchísimo de la inspiración ecuménica y del tacto diplomático de Juan Pablo II. Contará mucho la manera en que se moverá.

–El arzobispo Vladimir, en enero, escribía que existe el riesgo de una vuelta al hielo preconciliar. ¿Es una exageración polémica o un peligro real?

–Vittorio Strada: Insisto. Dependerá de cómo se perciba realmente la visita del Papa. Y de la ponderación de Alejo II, el patriarca ortodoxo de Moscú. Tras la inevitable polémica, se le ofrecerá la posibilidad de una mediación.

–¿Alejo II volverá a abrirse al diálogo?

–Vittorio Strada: Se puede auspiciar. Es un hombre sensible y de cultura. Pero, a diferencia del Papa, no tiene detrás de sí una Iglesia compacta. También en Rusia las posiciones ortodoxas son muy variadas. Están los exponentes más abiertos y los fundamentalistas. Y él no podrá dejar de tener en cuenta las relaciones de fuerza.

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ZENIT Staff

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