Uganda: Grito de ayuda a la comunidad internacional ante las atrocidades del LRA

Se han intensificado los ataques contra las misiones católicas

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KITGUM, 10 junio 2003 (ZENIT.org).- El director de la agencia misionera «Misna», presente estos días en la misión católica de Kitgum, ha denunciado las dramáticas condiciones de la población civil de Uganda a causa de la violencia del «Ejército de Resistencia del Señor» (LRA), que últimamente tiene como objetivo iglesias y misiones católicas.

«La situación es desesperada porque los principales núcleos habitados están prácticamente rodeados de rebeldes, y las zonas rurales están infestadas de estos “olum” –“hierba”, como se denomina en lengua “Acholi” a los guerrilleros del LRA»–, declaró el padre Giulio Albanese a los micrófonos de Radio Vaticana .

La cuestión alimentaria entre la población es igualmente preocupante, dado que las provisiones «llegaban básicamente por tierra hasta hace poco tiempo; ahora, las únicas ayudas llegan por vía aérea y hay muchos emplazamientos que están prácticamente aislados, donde la gente literalmente se está muriendo de hambre», continuó.

En menos de una semana, el LRA ha asaltado cuatro misiones del norte del país: Omiya-Anyma, Opit, Madi Opei y Alito, según explica el padre Albanese. De hecho, los guerrilleros detuvieron al padre Alex Ojera –en el asalto a la misión de Alito entre el jueves y el viernes pasado– junto a medio centenar de personas.

Al religioso –liberado posteriormente junto a otros quince rehenes–, los propios rebeldes transmitieron un mensaje en el que se dicen dispuestos a negociar, pero sólo tratando directamente con el presidente Yoweri Museveni.

Las cifras de la catástrofe
Según explicó Nahaman Ojwe –la máxima autoridad civil del distrito de Kitgum– al padre Albanese, la región «Acholi», devastada por los continuos ataques del LRA, vive una «situación humanitaria desesperada», recogió Misna el pasado sábado.

De una población de 281.000 personas, alrededor de 250.000 carecen ya de un techo. Además, de acuerdo con los datos aportados por Ojwe, en todo el distrito existen 18 campos de refugiados –casi todos sin alojamientos–, donde la gente sobrevive en condiciones de salud y nutrición extremadamente precarias.

Para la protección de Kitgum se han desplegado unos doscientos soldados de Kampala que trabajan en colaboración con las autoridades civiles, pero su presencia indudablemente debe intensificarse para garantizar la seguridad en las zonas habitadas, reclama Ojwe.

De acuerdo con fuentes fiables según los observadores internacionales, en diecisiete años de conflicto han sido asesinados al menos 20.000 civiles y otros tantos niños han sido secuestrados y reducidos a la esclavitud o enrolados a la fuerza en las filas de la guerrilla –se lee en la edición del domingo pasado de L’Osservatore Romano–.

El «Ejército de Resistencia del Señor» (LRA)
Dirigido por Joseph Kony, el LRA lucha contra el gobierno por la creación de un Estado basado en la observancia de pretendidos conceptos «bíblicos».

En términos del padre Albanese, se trata de un «loco visionario» cuyo «“credo” es de tipo sincretista, donde hay un poco de todo: elementos del Cristianismo, del Islam y también animistas».

«Desgraciadamente, los niños secuestrados son obligados a asesinar, a menudo incluso bajo el efecto de las drogas», constata el padre Albanese.

Entre Sudán y Uganda, los hombres del LRA suman 5.000, si bien hay fuentes que aseguran que son la mitad. En cualquier caso, como declaró Ojwe al padre Albanese, los rebeldes están ciertamente bien organizados y se asegura que recientemente se han abastecido incluso de minas anti-persona.

Llamamientos a la comunidad internacional
«Necesitamos la solidaridad de la comunidad internacional en estrecha colaboración con el gobierno de Kampala», pidió Nahaman Ojwe, a la vez que expresó su aprecio por la labor de los misioneros y el personal de las ONG en la zona, «porque trabajar aquí supone arriesgar la vida constantemente».

Ante la gravedad de la crisis y la violencia que convulsiona Uganda, que «nadie parece capaz de contener», la Conferencia Episcopal italiana considera que ello impone urgentemente un «pronunciamiento internacional», según informó el viernes pasado la agencia Sir .

«La Comisión episcopal para la evangelización de los pueblos y la cooperación entre las Iglesias –dice el comunicado difundido por el episcopado italiano—hace suya la petición de los misioneros que trabajan en las región septentrional de Uganda para que no se dilate más un pronunciamiento internacional que abra el camino a acciones eficaces de ayuda humanitaria y a acciones creíbles de paz».

Asimismo, dicha comisión solicita a los medios de comunicación «información puntual y objetiva de cuanto ocurra en la región», pide al gobierno italiano que muestre su interés ante las instituciones internacionales y también requiere de la comunidad eclesial oración «por la paz y la concordia».

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ZENIT Staff

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