Un legionario de Cristo, secretario del Consejo para la Unidad de los Cristianos

El padre Brian Farrell sustituye a monseñor Ouellet, nuevo arzobispo de Quebec

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CIUDAD DEL VATICANO, 19 diciembre 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II nombró este jueves secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos al sacerdote legionario de Cristo Brian Farrell, quien hasta ahora era jefe de Oficina de la Sección para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado.

Sustituye en el cargo a monseñor Marc Ouellet, P.S.S., nombrado arzobispo de Quebec (Canadá) el 15 de noviembre pasado.

El padre Farrell, a quien el Papa ha elevado a la dignidad de obispo, con la sede titular de Abitine, (será consagrado por el mismo Papa el 6 de enero en la Basílica vaticana), nació hace 58 años en Dublín (Irlanda).

Tras entrar en la Congregación de los Legionarios de Cristo en 1961, fue ordenado sacerdote en 1969. Entre 1970 y 1976 fue superior del noviciado de los Legionarios de Cristo en Estados Unidos. En 1981 se doctoró en Teología en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma.

Entró al servicio de la Secretaría de Estado del Vaticano en ese año, siendo nombrado jefe de Oficina de habla inglesa en la Sección para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado el 1 de enero de 1999.

El Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, cuyo presidente es el cardenal alemán Walter Kasper, hunde sus raíces en el año 1960, durante el pontificado de Juan XXIII.

Tiene una función doble. Ante todo, está encargado de promover, en el interior de la Iglesia católica, un auténtico espíritu ecuménico, según el decreto conciliar «Unitatis redintegratio»; aplicando el «Directorio ecuménico» publicado en 1967-1970 y renovado en 1993 bajo el título «Directorio para la aplicación de los principios y normas sobre el ecumenismo».

El Consejo asume esta tarea en colaboración con los demás organismos de la Curia romana, y poniéndose al servicio de todas las Iglesias y comunidades eclesiales.

En segundo lugar, el Consejo Pontificio se esfuerza por desarrollar el diálogo y la colaboración con las demás Iglesias y Comuniones mundiales. Desde su creación, ha establecido una cordial cooperación con el Consejo Ecuménico de las Iglesias (CEI), cuya sede está en Ginebra (Suiza). Desde 1968, doce teólogos católicos son miembros a pleno título de la Comisión «Fe y Constitución», departamento teológico del CEI.

Al Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos le corresponde también nombrar observadores en las diferentes reuniones ecuménicas e invitar a su vez a observadores o «delegados fraternos» de otras Iglesias y Comunidades eclesiales con motivo de los grandes acontecimientos de la Iglesia católica.

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ZENIT Staff

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