Un movimiento religioso alternativo amenaza a la Iglesia en China

Se llama Relámpago de Oriente y utiliza la infiltración en comunidades cristianas para después inyectar el veneno de su doctrina

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«Relámpago de Oriente» o «Dios Todopoderoso», bajo estos dos nombres se conoce a un nuevo movimiento religioso alternativo (el Pontificio Consejo por el Dialogo Interreligioso sugiere este nombre en vez de sectas) nacido en China.

«Con su método basado en el engaño, el chantaje a líderes católicos a través de escándalos ingeniosamente construidos, está sembrando la confusión entre los cristianos evangélicos, y también entre los católicos», según informa la agencia vaticana Fides. Añade también que, gracias a diferentes informaciones y testimonios recibidos, «sabemos que esta secta utiliza generalmente la violencia moral y física, como la tortura, las desapariciones y los secuestros, el envenenamiento, e incluso el asesinato de aquellos que tienen intención de abandonar la secta».

En un comunicado realizado por el padre Vito de Prete, director general de la Pontificia Unión Misional, explica que, «en tiempos de crisis cultural y espiritual, nacen movimientos milenaristas, cuyo objetivo es dar respuesta a la solicitud de salvación, preanunciando la venida de Dios o de Cristo (milenarismo cristiano) mediante presuntas revelaciones a personas especiales, que se creen o autoproclaman representantes o encarnaciones de Dios. Este fenómeno es recurrente en la historia del cristianismo».

Sobre los líderes de estos movimientos puntualiza que «para difundir la doctrina y adquirir seguidores, se aprovechan del miedo de la gente, de los más pobres y más ignorantes de la población, que esperan cambios en su situación o de los fieles que ya no encuentran interés ​​en la comunidad cristiana a la que pertenecen. Y extrañamente puede arrastrar a su órbita incluso a religiosos, religiosas, y ministros consagrados»

Según este movimiento religioso alternativo llamado «Relámpago de Oriente Dongfang, Religión del Todopoderoso), «ha llegado el momento de la tercera economía de la salvación, que viene después del fracaso de la judía y la cristiana. Cristo se ha aparecido y se ha encarnado en una mujer (Deng), que predica el inminente juicio de Dios. Quién abandona la vieja revelación y abraza la nueva se salvará, mientras que los que la rechazan, inevitablemente, serán condenados».

La secta fue fundada por Zhao Weishan ad Acheng, en Heilongjang, en 1989. Creció rápidamente, y sus numerosos seguidores fueron perseguidos por el gobierno chino, refugiándose en Henan. Un artículo del Time Magazine refiere que la secta en 2001 ya contaba con trescientos mil fieles, de los cuales, muchos de entre ellos eran sacerdotes y religiosas de la Iglesia católica.

Su forma de actuar es la común en estos movimientos, explicado el padre De Prete, «los “misioneros” del Relámpago de Oriente se infiltran en la comunidad católica, adoptan un comportamiento ejemplar de práctica cristiana, y muestran un gran interés en aprender, con el fin de ganarse el respeto y la confianza de todos. En ese punto empiezan a inyectar el veneno de su doctrina, que los fieles absorben acríticamente, porque es predicado por personas consideradas dignas de fe».

El comunicado continúa informando que «cumple con los mismos clichés comunes a todas las sectas cristianas, con las que es difícil, si no imposible, cualquier tipo de diálogo. Por lo tanto, el padre Vito recomienda «informar a los fieles sobre la falsa doctrina de la secta, que tiene interés en presentarse como la verdad pura y auténtica de la fe cristiana. Muchos creyentes son engañados, porque a veces no conocen las verdades esenciales de la fe católica. En el Año de la Fe podría ser una buena iniciativa el programar catequesis sencillas pero precisas sobre los puntos sobre los que más propaganda hace la secta, y hacerles notar su falsedad».

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ZENIT Staff

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