Un pacto ecuménico para luchar contra la pobreza en Europa

Iglesias y entidades caritativas presentaron un plan con catorce puntos

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BRUSELAS, martes 5 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- La frase del Éxodo 23,6 –“No violes el derecho del pobre en sus pleitos”- es el título de un informe presentado este jueves en el Parlamento Europeo por las principales Iglesias europeas y sus organizaciones.

El informe es el resultado de un acuerdo entre las principales entidades cristianas del continente para unirse en la lucha contra la pobreza.

El texto contiene 14 recomendaciones políticas dirigidas a la Unión Europea y sus estados miembros, con el fin de reducir radicalmente la pobreza en Europa y fue presentado durante una conferencia convocada por el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, que contó con 150 participantes.

El informe subraya la experiencia y las convicciones comunes de las principales Iglesias presentes en Europa, de Caritas y otras entidades caritativas confesionales y analiza los diferentes aspectos, causas y consecuencias de la pobreza.

Presenta las recomendaciones comunes de Caritas Europa, la Comisión “Iglesia y Sociedad” de la Conferencia de Iglesias Europeas, el Secretario de la Comisión de Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE) y Eurodiaconía.

El objetivo de estas recomendaciones es reforzar la Europa Social.

Miembros de los principales grupos políticos del Parlamento Europeo, así como representantes de la Comisión Europea y de la Presidencia Belga de la Unión Europea, acogieron positivamente estas propuestas.

Tras publicar este informe sobre la pobreza y elaborar sus recomendaciones, las cuatro entidades cristianas ofrecieron, a quienes están en puestos de decisión en las instituciones europeas, la posibilidad de una cooperación permanente para trabajar en la realización de la tarea ambiciosa pero necesaria de la erradicación de la pobreza en este continente.

La primera de estas recomendaciones es “la implementación de una nueva cláusula social en el Tratado de la Unión Europea” con el fin de “asegurar las condiciones necesarias a cada ser humano para que pueda vivir en un modo acorde con su dignidad humana”.

En su segunda propuesta, los líderes cristianos sugieren que el presidente del Consejo Europeo “refleje en sus informes al Parlamento Europeo tras cada reunión del Consejo, cómo se ha aplicado la cláusula social”.

Proponen también que la Agencia de la Unión Europea para los Derechos Fundamentales centre su programa de trabajo de los próximos años en aspectos relacionados con el capítulo IV (Solidaridad) de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE.

Así mismo piden que se asegure el acceso universal a los servicios sociales y de salud en el ámbito de la Unión Europea, en cooperación con las Iglesias, Caritas y organizaciones confesionales de ayuda.

Otras recomendaciones se refieren a desarrollar un sistema de salario mínimo de supervivencia para todos, adoptar una visión a largo plazo para afrontar el problema de las personas sin techo o con infraviviendas, promover un consumo alternativo basado en la moderación y la generosidad.

Proponen el reconocimiento de “la economía informal” y cuantificar la “economía de la vida” usando una nueva metodología e indicadores que se centren en medir el impacto de la pobreza y la exclusión social en los hombres y las mujeres.

Promover el voluntariado e incrementar el reconocimiento del trabajo no pagado en la familia y el sector de cuidados, por medio del derecho a una pensión y el reconocimiento de cualificaciones informales, es otra de las recomendaciones.

Las Iglesias y entidades caritativas subrayan la necesidad de apoyar a las familias en riesgo de pobreza, especialmente aquellas que tienen tres o más hijos.

Recomiendan proteger el domingo como un día colectivo de descanso para la sociedad y con el fin de proteger la salud de los trabajadores y como una premisa para una sociedad más participativa.

La futura Plataforma Europea contra la pobreza, señalan los líderes cristianos, debería implicar activamente a representantes de la sociedad civil y a las Iglesias, incluyendo a los proveedores confesionales de servicios.

La última sugerencia propone invertir más en la protección de quienes viven en la pobreza con el objetivo de reducir su número.

Para ver el informe: http://www.comece.org/content/site/fr/home/index.html?ts=0.227474001286272075

Por Nieves San Martín

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ZENIT Staff

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