El periodista de la redacción italiana de ZENIT, Salvatore Cernuzio, este jueves ha recibido el segundo premio en la categoría ‘jóvenes’ en la 2ª edición del Premio periodístico «Giuseppe De Carli». El artículo premiado fue publicada en el mes de abril, y se titula «Para dar de nuevo una dignidad a los migrantes arrastrados por las arenas del desierto«. La noticia trata de la misa presidida por el cardenal O’Malley en Arizona por los 6.000 hombres, mujeres y niños muertos en la frontera entre Estados Unidos y México.
La entrega de premios tuvo lugar este jueves por la tarde en la Pontificia Facultad de Teologia “San Bonaventura”-Seraphicum que, junto a la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, es socio académico de la Asociación «Giuseppe De Carli», promotora del Premio instituido en memoria del reconocido vaticanista fundador de Rai Vaticano.
Los tres ganadores fueron Daniele Bellocchio de L’Espresso, en la categoría ‘jóvenes’; Aldo Maria Valli del Tg1 RAI, en la categoría ‘vídeo’; y Andrea Tornielli de La Stampa, en la categoría ‘texto escrito’.
A lo ganadores se les entregó una medalla de plata personalizada, que la Asociación ha realizado para «unir a los mismos premiados al nombre y la profesionalidad de Giuseppe De Carli, como deseo de una carrera dedicada a la enseñanza de los valores que han caracteriza su servicio a la verdad».
El evento comenzó con una mesa redonda moderada por Vincenzo Morgante, director TGR Rai, en la que participaron monseñor Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización; la periodista española Paloma García Ovejero, corresponal de la radio COPE y el vaticanista del Corriere della Sera, Gian Guido Vecchi.
Monseñor Fisichella habló a los presentes sobre la comunicación y la nueva evangelización y ofreció una visión sobre lo que la Iglesia se espera de los periodistas. De este modo, precisó que «el vaticanista no se improvisa, como no se improvisa nunca en la vida». Además, observó que un periodista se puede presentar como nombre y medio de comunicación para el que trabaja, «el nombre está unido con el medio. El nombre de un periodista es más que su medio. Eso es una referencia». Pero, aclaró, el nombre del periodista se refiere de forma particular a su profesionalidad. Y la profesionalidad viene dada «por la capacidad de poder expresar su preparación, su vocación en coherencia con lo que ha sido su participación en esa misión». El presidente del dicasterio de Nueva Evangelización también indicó que «la verdad necesita investigación, la verdad necesita sinceridad». Para finalizar, dio unos matices sobre la importancia del silencio, afirmando que «el silencio está en el origen de todo lenguaje y está en la conclusión de cada lenguaje». Y añadió que «si no se reflexiona no se puede escribir».
Por su parte, la periodista española Paloma García Ovejero, habló de su experiencia sobre cómo informar del Vaticano fuera de Italia. La periodista afirmó que en estos dos años de experiencia en Roma se ha dado cuenta de la diferencia entre España e Italia a la hora de informar sobre el Papa, el Vaticano y la Iglesia, observando además que en España no existe de una forma tan específica el papel de «Vaticanista». Trabajar y ayudar a entender a los oyentes cómo funciona el Vaticano, es parte del día a día. Y dio una clave sobre cómo realizar su traajo, algo que el Papa hace muy bien, «usar imágenes simples para explicar cosas profundas». Otro consejo: «para 40 segundos de noticia bien hecha detrás hay 40 horas de estudio y silencio». Finalmente, apeló a la importancia de buscar siempre la fuente y la verdad.
Para finalizar, a Gian Guido Vecchi le tocó reflexionar sobre cómo ver donde hay y donde no hay noticia. En primer lugar advirtió que «el bien no pasa necesariamente a través de los periódicos», y que generalmente «lo que hace noticia es lo extraordinario». Al respecto, matizó que el bien hace noticia cuando es percibido como auténtico.
Durante el evento también se presentó el libro «Dios es comunicación por excelencia. Giuseppe De Carli, profeional al servicio de la verdad», de Elisabetta Lo Iacono y Giovanni Tridente (ESC 2014).
