TURÍN, lunes, 20 septiembre 2004 (ZENIT.org).- Tras los ataques contra iglesias en Irak que han provocado miedo y la salida de algunos cristianos, la archidiócesis de Turín ha lanzado un proyecto para «adoptar» a distancia a sacerdotes católicos en ese país.
El proyecto, que se llama «Tengo un nuevo amigo: un sacerdote caldeo iraquí», comienza poniéndose el objetivo de ayudar a diez jóvenes párrocos de Bagdad.
Según han explicado a Zenit los organizadores de la iniciativa, la ayuda económica que se enviará a estos sacerdotes la utilizarán «para mejorar las condiciones de vida de las propias comunidades, comprometiéndose a invertirla, en la medida en que lo permita la situación, en el desarrollo de las mismas».
Los creadores y responsables de la iniciativa son dos sacerdotes: el padre italiano Fredo Olivero, director de la Oficina Pastoral para los Emigrantes de la archidiócesis de Turín; y el padre iraquí Douglas Y. Shamshoon Al Bazi, párroco de la iglesia caldea de Mar Mari y de la iglesia caldea de Mar Ephrem en Bagdad, y director del Centro para la Catequesis en Bagdad.
La iniciativa está concebida en acuerdo con el obispo auxiliar caldeo, monseñor Isaac Jacques, director de la Universidad católica «Babel College».
La idea del proyecto es que, al menos en sus primeras fases, no tenga por objetivo «una realización concreta (por ejemplo, la financiación o compra de algún edificio), sino que quiere ser más bien un apoyo para crear relaciones de convivencia entre las dos partes en causa».
«En este sentido, se ha reflexionado sobre la idea de apoyar a algunos jóvenes sacerdotes caldeos que, precisamente porque han recibido recientemente la responsabilidad de guiar a sus comunidades, comparten con ellas los dificilísimos momentos actuales», afirma el padre Olivero.
«Cada uno de ellos conoce a su comunidad y sus necesidades, y cada uno es consciente de que la ayuda material es útil si está acompañada por el crecimiento cultural que ésta puede favorecer. Un crecimiento que, si bien está dirigido a todos, se orienta en particular a los niños, que necesitan poder contar con la esperanza de un futuro mejor», añade el sacerdote italiano.
Según prevé el proyecto, quien adopta a distancia se compromete a ofrecer apoyo económico de uno o más sacerdotes jóvenes caldeos iraquíes durante al menos un año», explican los organizadores.
«La cifra establecida por los dos referentes para el año 2004 es de mil euros al año, que corresponde a la cifra anual total que reciben los jóvenes sacerdotes iraquíes», añaden.
El proyecto prevé el establecimiento de un contacto directo entre el sacerdote y los que adoptan –una persona o también un grupo de personas–.
Puede recibirse más información contactando al padre Olivero (f.olivero@diocesi.torino.it) o al padre Shamshoon Al Bazi (frdbazi@hotmail.com) o visitando la página web www.diocesi.torino.it/migranti.
