CIUDAD DEL VATICANO, 19 diciembre 2002 (ZENIT.org).- Juan Pablo II nombró este jueves secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe al sacerdote salesiano don Angelo Amato, catedrático de Teología en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma, quien ya era consultor de ese organismo vaticano.
Sustituye en el cargo a monseñor Tarcisio Bertone, también salesiano, quien fue nombrado el 10 de diciembre pasado arzobispo de Génova.
Don Amato, a quien el Papa ha elevado a la dignidad de arzobispo (podría ser consagrado obispo por el mismo Papa el 6 de enero en la Basílica vaticana), nació hace 64 años en la localidad de Molfetta (Bari, sur de Italia).
Tras ser ordenado sacerdote en 1967, alcanzó la licencia en filosofía en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma y el doctorado en teología en la Universidad Pontificia Gregoriana, en 1974.
Ha colaborado en la redacción de algunos documentos de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en particular en la declaración «Dominus Iesus» (agosto de 2000), y es consultor, además, del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, y del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.
Es consejero además de la Academia Pontificia Mariana Internacional y secretario de la Academia Pontificia de Teología.
En la Congregación para la Doctrina de la Fe será ahora el brazo derecho del prefecto, el cardenal Joseph Ratzinger.
Según el Artículo 48 de la Constitución Apostólica sobre la Curia Romana «Pastor bonus», promulgada por Juan Pablo II el 28 de junio de 1988, «la tarea propia de la Congregación para la Doctrina de la Fe es promover y tutelar la doctrina de la fe y la moral en todo el mundo católico. Por esta razón, todo aquello que, de alguna manera toca este tema, cae bajo su competencia».
La Congregación está formada actualmente por 18 miembros –cardenales y arzobispos–. Cada dos años la Congregación celebra su Asamblea Plenaria.
De acuerdo con sus diversas competencias, la Congregación tiene tres secciones distintas: la sección doctrinal, la disciplinar y la matrimonial; en ellas presta servicio un equipo de 33 personas, según los datos del Anuario Pontificio 2002. El dicasterio dispone además de un Colegio de 29 consultores.
