ROMA, 13 febrero 2002 (ZENIT.org).- En plena escalada de violencia entre israelíes y palestinos, el padre Giovanni Battistelli, custodio de Tierra Santa, llama a los cristianos a vivir esta Cuaresma en oración y sacrificio por la paz en los Santos Lugares.
«Al inicio de la Cuaresma –explica el franciscano en una entrevista concedida a la agencia católica italiana SIR–, quiero decir que si no se confía en la Providencia, me temo que la guerra durará mucho tiempo».
«Nuestros fieles cristianos en este periodo son invitados a hacer comidas de un solo plato y a entregar lo ahorrado a quienes están en la indigencia que son muchos –añade–. Espero que este sacrificio abra los corazones a la esperanza y la paz».
El custodio espera que «con motivo de Pascua vuelvan a Tierra Santa los peregrinos. Sería un primer paso hacia la normalización».
«Lo que está sucediendo en los Territorios no hace presagiar nada bueno –constata–, si bien las declaraciones del presidente de EE.UU. George Bush, que se ha abierto de nuevo a Yasser Arafat, permiten esperar una reanudación del diálogo».
Un papel importante en la solución diplomática del conflicto, según el custodio, «debe ser desempeñado también por la Unión Europea, que puede ponerse al lado de EE.UU. y Rusia en el intento de reabrir un diálogo necesario para la paz».
«No faltan en la sociedad israelí signos que dan ánimo. Un centenar de reservistas israelíes –recuerda el padre Battistelli– han expresado su oposición a los combates en los Territorios Ocupados. Ha habido también manifestaciones de gente común y corriente que cree que la represión no es la mejor solución».
El religioso comenta también el plan de paz que, según fuentes de prensa, está elaborando el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Shimon Peres, constatando que en general sus pareceres no corresponden a los del primer ministro, Ariel Sharon.
