GUADALAJARA, miércoles, 6 octubre 2004 (ZENIT.org–El Observador).- Con la presencia del cardenal Jozef Tomko, delegado pontificio para el 48 Congreso Eucarístico Internacional y Presidente del Pontificio Comité para los Congresos Eucarísticos Internacionales, fue inaugurada, este martes la más importante exposición de arte sacro que se haya realizado en esta ciudad.
Acompañado del cardenal Juan Sandoval Íñigüez, arzobispo de Guadalajara, el cardenal Tomko hizo el recorrido de la exposición que consta de 570 piezas de arte que habían permanecido dentro de templos y conventos durante más de cuatrocientos años.
La muestra, que da idea de la rica tradición católica de esta región del occidente de México, fértil en mártires de la Iglesia, en particular durante la persecución religiosa contra los cristeros (1926-1929), se puede admirar a partir de este miércoles en el histórico Instituto Cultural Cabañas, patrimonio cultural de la humanidad.
Unas 1.500 personas acompañaron a la comitiva del cardenal Tomko, a través de las 28 salas en las que se reúnen objetos religiosos seleccionados de iglesias, conventos y colecciones particulares de de Jalisco, Aguascalientes, Guanajuato y Nayarit, estados que concentran al mayor porcentaje de católicos del país (92 por ciento de la población de estas tierras es católica).
La exposición –que lleva el nombre de «Tomad y comed. Tomad y bebed»– requirió dos años de organización y un presupuesto cercano a los tres millones y medio de euros (cifra algo superior en dólares).
Ha sido curada por un grupo de especialistas en arte religioso y museografiada por expertos de los diversos museos del país. El recorrido total es de dos kilómetros y, en opinión de la secretaria de Cultura de Jalisco, Sofía González Luna, la exposición es algo «nunca antes visto en la historia», pues muchas de las piezas exhibidas fueron restauradas, justamente, para ser expuestas al público y a los asistentes del Congreso Eucarístico Internacional que comienza el 10 de octubre.
La muestra permanecerá abierta al público hasta el 5 de diciembre de 2004.
El cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñigüez destacó la importancia del evento ya que «la mayoría del pueblo no conoce lo que tenemos, ignora los valores artísticos tan grandes que nos legaron nuestros mayores y que a veces hemos destruido, lapidado, malbaratado, descuidado».
