Una Navidad para superar los muros de Belén, explica el portavoz vaticano

Evoca la visita a la ciudad natal de Jesús realizada por el Papa el 13 de mayo

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CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 21 diciembre 2009 (ZENIT.org).- El portavoz vaticano considera que esta Navidad debe servir de impulso para superar las divisiones que vive Belén, separada por el muro y por la división entre los cristianos.

Esta es la reflexión del padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, en el último número del semanario «Octava Dies», producido por el Centro Televisivo Vaticano, en el que ha evocado la visita que Benedicto XVI realizó el 13 de mayo.

También el Papa la rememoró este lunes, reconociendo que «me permitió conocer los sufrimientos así como las esperanzas de su territorio. Todo lo que se puede ver en esos países invoca reconciliación, justicia, paz».

El padre Lombardi recuerda «la festiva celebración de la misa en la plaza del Pesebre llena hasta los topes», presidida por el Papa.

«Si bien en un contexto tan diferente como el del Belén de hace dos mil años, la Eucaristía sigue siendo el momento en el que se revive el misterio de la presencia real de Jesús con nosotros», añade.

«Pero es difícil dejar de recordar la presencia muro –añade–. Justamente, al despedirse, el Papa decía: ‘Todos sabemos que los muros no duran para siempre. Pueden ser abatidos. Ahora bien, ante todo hay que quitar los muros que levantamos en torno a nuestros corazones, las barreras que edificamos contra nuestro prójimo'».

El Papa rezó en la gruta de Belén, pero como recuerda el portavoz, «también allí –como en otros lugares santos–, se experimenta que los cristianos no están unidos: ¡tienen que repartirse lugares y templos de competencia para evitar litigios! ¿Cuándo lograremos superar nuestras divisiones», se pregunta el portavoz vaticano.

«Pero el recuerdo más tierno es el de los niños enfermos en el Caritas Baby Hospital en las manos del Papa. ¡Fragilidad infinita de la humanidad! ¡Fuerza misteriosa e invencible del amor!», exclama Lombardi.

«¡Qué frágil es Jesús al nacer en Belén, pero qué fuerte es su mensaje de amor! Amor que se nos ofrece, pero que también nos exige con urgencia esta fragilidad! ¿Qué inteligencia humana hubiera podido imaginar este increíble mensaje? Acudamos a ver al niño: Dios todavía está con nosotros», propone el portavoz vaticano en su reflexión.

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ZENIT Staff

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