ROMA, jueves 4 de marzo de 2010 (ZENIT.org).- Frente al creciente fenómeno migratorio en Italia, la conferencia episcopal del país publicó este martes en su web (www.chiesacattolica.it) un vademécum “para la pastoral de las parroquias católicas con los orientales no católicos”, o con los ortodoxos.
El documento está destinado principalmente a los párrocos, agentes pastorales y responsables de las instituciones educativas católicas.
Recoge y organiza toda la doctrina vigente en la Iglesia católica sobre “correctas relaciones” con los fieles pertenecientes a las distintas Iglesias ortodoxas.
Sobre todo hace referencia a lo relacionado con la administración de los sacramentos (bautismo, confirmación, eucaristía, penitencia, unción de enfermos), los matrimonios mixtos y la admisión de los fieles a la plena comunión en la Iglesia católica.
En particular, la primera parte del vademécum presenta, de manera resumida, algunos elementos doctrinales útiles para comprender el perfil de las Iglesias orientales no católicas en Italia.
La segunda parte intenta ofrecer algunas indicaciones relativas a la participación en el culto litúrgico sacramental.
Los obispos han considerado necesario ofrecer este instrumento también a la luz de los datos sobre inmigración del 2009.
Según éstos, los ciudadanos extranjeros presentes de una manera regular en Italia ascienden a unos cuatro millones y medio.
Aproximadamente la mitad de ellos son cristianos, de los que los fieles ortodoxos, según estimaciones del 2008, son cerca de un millón ciento treinta mil.
“Esta nueva realidad -se lee en la introducción del vademécum- cambia también las condiciones de las relaciones ecuménicas en nuestro país”.
“De hecho, es tal el número de fieles, que a las comunidades orientales, que van estructurándose de manera progresiva, les resulta imposible afrontar completamente sus exigencias espirituales y pastorales”.
Y añade el texto: “Es por tanto urgente considerar las consecuencias pastorales y jurídicas de la presencia de los fieles orientales no católicos en el seno de la comunidad católica, por los contactos que se establecen, para responder correctamente a las demandas que presentan”.
