Venezuela: Nueva campaña contra la Iglesia en vísperas del voto

Elecciones locales y regionales “de extraordinaria importancia”, según los obispos

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CARACAS, jueves, 20 noviembre 2008 (ZENIT.org).- Según informan diversos medios de comunicación locales, se ha desatado una nueva campaña contra la Iglesia católica en el estado de Barinas, Venezuela. La mayoría de las iglesias de esta región amanecieron el domingo pasado con las paredes llenas de pintadas ofensivas.

Con frases alusivas a los últimos discursos del presidente Hugo Chávez y repitiendo lemas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), las pintadas sorprendieron a los fieles que se acercaban a la eucaristía dominical. El citado partido desmintió la autoría de estas frases ofensivas contra el clero y el obispo.

«Patria, socialismo o muerte», «Fuera el obispo», «Viva Adán Chávez gobernador», y «Malditos curas», entre otras se leyeron el pasado domingo en los muros de casi todas las iglesias católicas de la ciudad de Barinas.

Esta nueva campaña agresiva contra la Iglesia de Barinas se produjo pocos días después de que monseñor Ramón Antonio Linares Sandoval, obispo de la diócesis, en rueda de prensa, alertara sobre el intento de invasión de los terrenos del Seminario «Nuestra Señora del Pilar», ubicado en la población de Barinitas, por parte de un consejo comunal.

Las pintadas aludían también a que las tierras deben ser para el pueblo, lema ligado a la demagogia oficialista.

El prelado dijo el jueves anterior que personas identificadas como miembros de los consejos comunales y militantes del partido socialista, llegaron al centro de formación sacerdotal con la intención de apoderarse de estas edificaciones y terrenos, aduciendo que no tenían viviendas.

Después que las autoridades eclesiales conversaran con estas personas, quedó en el aire la amenaza de que en cualquier momento podían tomar por la fuerza estas instalaciones que se encuentran en total funcionamiento. Ante esta situación, el obispo de Barinas advirtió de que si algo ocurría, convocaría a los medios de comunicación para que mostraran la forma arbitraria en que fueron ocupados estos terrenos.

El ataque contra la Iglesia barinesa también coincidió con la visita a la ciudad del presidente Chávez, quien el pasado sábado ordenó a su hermano Adán Chávez, candidato a la gobernación de Barinas, expropiar las fincas del ex gobernador barinés, Rafael Rosales Peña y del empresario Tobías Carrero Nácar. 



Tras la visita del presidente Chávez, en la madrugada del domingo, los grafiteros hicieron un recorrido por las iglesias, dejando ver claramente sus intenciones.


En 2009, la Iglesia católica no recibirá la asignación de 150.000 bolívares concedida por la gobernación.

Asimismo, a finales del mes pasado, la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento y las ONGs «Vive» y «Foro Penal Venezolano» hicieron un comunicado a la opinión pública denunciando los mecanismos de persecución e intimidación sistemáticos contra la disidencia «como parte de una política de Estado promovida directamente por el presidente Hugo Chávez, de diversas maneras».

El pasado 16 de octubre, los obispos de Venezuela hicieron un comunicado titulado «Por la Vida y la Democracia» en el que, como ciudadanos y como pastores, expresaron su honda preocupación «por la situación de creciente inseguridad, delincuencia desbordada y desprecio a la vida, que se manifiesta en la gran cantidad de asesinatos, secuestros y demás delitos contra las personas y las cosas».

Exigieron «en nombre de la vida, a las autoridades competentes actuar, dentro del marco de la Constitución y las leyes, de modo que se garanticen los derechos fundamentales de los venezolanos».

Y, refiriéndose a los próximo comicios, decían: «Las próximas elecciones regionales revisten una extraordinaria importancia y proyección para el destino democrático de Venezuela, pues no solo confirman la decisión de mantener vigente el principio de descentralización, una conquista del pueblo venezolano desde 1989, asumida por la Constitución de 1999 y ratificada en el Referéndum del 2 de diciembre de 2007, sino que pueden también contribuir al sano equilibrio de los poderes públicos de las regiones en función del pluralismo, la reconciliación y paz ciudadana».

«Todos los católicos y todos los ciudadanos tenemos la obligación moral de acudir a las mesas electorales a expresarnos con libertad y responsabilidad sobre el destino de la nación -exhortaron los pastores venezolanos–. Nadie debe sentirse excluido ni exento del derecho y el deber de sufragar según su conciencia. El auténtico sentido del voto, como expresión de crecimiento en democracia, debe ser respetado y no debe ser motivo de retaliaciones de ningún género».

Y exhortaban «nuevamente al Consejo Nacional Electoral a cumplir estrictamente con su deber de ‘garantizar la pulcritud del proceso, su fácil acceso, la difusión inmediata de los resultados y el acatamiento de los mismos, como voluntad popular que de ese modo se expresa, sin que pueda anteponérsele ningún otro interés, grupal o individual, ideológico o de cualquier otra naturaleza'», tal como habían expresado en su anterior exhortación ‘Unidos en la justicia y la rectitud’, nº 15.

«Sigue siendo actual la exigencia de una participación más equitativa de todos los candidatos y de testigos cualificados en todas las etapas del proceso, que garanticen la  total transparencia de los comicios», concluían.

Por Nieves San Martín

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ZENIT Staff

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