Verdad y solidaridad hacen de los medios armas de paz; afirma el Papa

Recuerda el llamamiento a la «corrección y la imparcialidad» de Juan XXIII

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CIUDAD DEL VATICANO, 25 marzo 2003 (ZENIT.org).- Juan Pablo II considera que la verdad y la solidaridad son dos elementos claves que permiten a los profesionales de los medios de comunicación convertirse en promotores de la paz.

El Santo Padre hizo esta constatación al encontrarse este martes con los participantes en la Asamblea plenaria anual del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, organismo vaticano presidido por el arzobispo John P. Foley.

«La verdad y la solidaridad son dos de los medios más eficaces para superar el odio, resolver los conflictos y eliminar la violencia», aseguró el Santo Padre.

«Son también indispensables –subrayó– para restablecer y reforzar los lazos mutuos de comprensión, confianza y compasión que unen a todos los individuos, pueblos y naciones, cualquiera que sea su origen étnico o cultural».

«En síntesis –aseguró–, la verdad y la solidaridad son necesarias si queremos que la humanidad consiga construir una cultura de la vida, una civilización del amor, un mundo de paz».

La reflexión del pontífice se inspiraba en el tema que ha escogido para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebrará el 1 de junio de 2003: «Los medios de comunicación social al servicio de la auténtica paz».

Con este mensaje ha querido ofrecer una ulterior contribución a la histórica encíclica que escribió Juan XXIII, «Pacem in Terris», en plena guerra fría, hace exactamente cuarenta años, en la que el Papa, hoy beato, hizo un llamamiento a favor de la «corrección y la imparcialidad» en el uso de las «herramientas para la promoción y la difusión de la comprensión mutua entre las naciones».

Para alcanzar este objetivo, aclaró Juan Pablo II, «la exigencia moral fundamental de toda comunicación es el respeto y el servicio a la verdad».

«La libertad de buscar y decir la verdad es un elemento esencial de la comunicación humana –explicó–, no sólo en relación con los hechos y la información, sino también y especialmente sobre la naturaleza y destino de la persona humana, respecto a la sociedad y el bien común, respecto a nuestra relación con Dios».

«Este es el desafío que tienen que afrontar los hombres y mujeres de los medios de comunicación» y la tarea del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, concluyó, consiste en «asistirles y guiarles a responder positiva y efectivamente a esta obligación».

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ZENIT Staff

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