BIRZEIT, 10 febrero 2002 (ZENIT.org).- Las casas de la ciudad palestina de Birzeit se convierten en estaciones del Viacrucis esta Cuaresma, ante la imposibilidad de que sus cristianos puedan ir a rezar a Jerusalén, revela un párroco.
Esta experiencia, en una ciudad con una de las universidades palestinas más importantes está produciendo ya intensos frutos espirituales, explica el padre Abouna Iyad Twal, de la iglesia Regina Pacis, en un mensaje enviado a Zenit.
El Viacrucis de este modo, aclara, recuerda a cada familia de Birzeit el amor de Cristo en estos «tiempos difíciles», en que cada una de ellas «tiene una «historia dolorosa» que contar».
Además, con esta iniciativa, sigue revelando el párroco, «experimentamos en nuestras vidas diarias que tenemos una misión que cumplir, una fe en qué creer y el amor de un Dios para compartir y hacer real en nuestras vidas».
La experiencia ha sido muy positiva relata el sacerdote, al informar sobre los primeros Viacrucis que ya se han realizado con esta modalidad: «La gente esperaba en sus casas para rezar y conservar la candela de la esperanza, encendida de manera que un día podamos celebrar la resurrección».
El sacerdote concluye pidiendo a los católicos de otros lugares «seguir con nosotros en este camino y rezar con nosotros para que un día podamos ver hecho realidad nuestro sueño de justicia y vida llena de paz en la «tierra de la Paz Ausente»».
