HANOI, 3 octubre 2003 (ZENIT.org).- El 2 de octubre, el portavoz del ministro de Exteriores de Vietnam, Le Dung, dio la bienvenida al nombramiento del arzobispo de Ho Chi Minh como cardenal, cuya designación anunció el Papa el 28 de septiembre.
El miércoles pasado, el nuevo purpurado, monseñor Pham Minh Man, tuvo un encuentro con el Comité para Asuntos Religiosos del gobierno vietnamita –la máxima autoridad del país en la materia–, que describe el nombramiento como «un honor para todos en Vietnam».
En un primer momento, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores no había acogido favorablemente la designación, pues el ejecutivo quería ser consultado antes por el Papa.
Además el prelado manifestó que su designación subraya las relaciones entre el Vaticano y el gobierno de su país.
De acuerdo con la Agencia Vietnamita de Noticias (AVN) –el medio informativo oficial del Estado de la República Socialista de vietnam–, Le Dung afirmó el jueves en Hanoi que «tener un nuevo cardenal son buenas noticias para todos los católicos vietnamitas».
«Por primera vez en la historia de la Iglesia católica en Vietnam, hay dos cardenales vietnamitas a la vez», añadió.
La convocatoria del arzobispo Pham Minh Man a la púrpura ha sido una ocasión para que Le Dung haga hincapié en el progreso de las relaciones entre Vietnam y el Vaticano.
A pesar de que no hay relaciones diplomáticas entre ambas partes, «hay intercambios regulares de delegaciones y encuentros entre el embajador vietnamita en Roma y la Santa Sede para debatir temas relativos a la Iglesia católica en Vietnam y otras materias de interés común», aseguró el portavoz.
Añadió igualmente que a través de estos contactos, el respeto y el entendimiento mutuo entre Vietnam y la Santa Sede aumentan día a día.
