ROMA, viernes, 20 noviembre 2009 (ZENIT.org).- El padre Thaddée Nguyên Van Ly ha sido trasladado de urgencia desde la prisión a un hospital de Hanoi, donde su estado parece mejorar. El sacerdote cumple una pena de ocho años de cárcel.
Según indica “Iglesias de Asia”, la agencia de las Misiones Extranjeras de París (MEP), en la mañana del 14 de noviembre, el padre Thaddée Nguyên Van Ly fue víctima de una embolia cerebral que le paralizó el lado derecho.
Desde la sección 11 de la prisión Ba Sao, donde cumple una pena de ocho años, fue trasladado de urgencia al hospital de la Seguridad, en Hanoi, también llamado Hospital del 18 de septiembre. Miembros de su familia fueron autorizados a permanecer a su cabecera para ocuparse de él.
Según informaciones proporcionadas este martes a un periodista de Radio Free Asia por un sobrino del sacerdote, su estado de salud habría mejorado un poco en el curso de su estancia en el hospital y podría levantar el brazo y la pierna derechos unos centímetros sobre la cama.
Según esta misma fuente, el padre Ly se encuentra solo en una habitación, cuidado por personal médico competente. Cuatro o cinco agentes aseguran su “seguridad”.
Un despacho de AFP ofrece las declaraciones del abogado estadounidense Maran Turner, responsable de Freedom Now, un grupo de defensa de los disidentes. Declaró que el sacerdote había sido afectado por una embolia cuando se arrodillaba para rezar, el sábado 14 de noviembre. Sin embargo, precisaron los parientes, la parálisis del lado derecho que siguió no afectó nada más que al brazo y la pierna; su rostro no se vio deformado y el sacerdote siguió hablando como siempre.
El sobrino del padre Ly añadió que la moral de su tío se mantiene a toda prueba y que se mostraba muy optimista. El abogado estadounidense hizo un llamamiento al Gobierno vietnamita a que libere inmediatamente al sacerdote disidente para que pueda recibir los cuidados necesarios.
En vísperas del 2 de septiembre pasado, día de la fiesta nacional, tras haber anunciado que el nombre del padre Thaddée Nguyên Van Ly no figuraría en la lista de 5.500 prisioneros amnistiados con este motivo, el ministro de Seguridad declaró que “dentro del campo de internamiento el estado de buena salud del prisionero estaba asegurado”.
Sin embargo, la hermana y sobrino del sacerdote, que le habían visitado el 24 de agosto precedente, le habían visto llegar al locutorio claudicante. Les comunicó una serie de incidentes de salud sobrevenidos desde el mes de mayo último, sin duda por su hipertensión: hemorragia, caída, inicio de parálisis de los miembros.
Informado, el arzobispo de Huê encomendó el sacerdote preso a la oración de los sacerdotes de la diócesis y pidió a dos de ellos ir a visitarlo en su prisión. Tras su encuentro con ellos, el padre Ly les comunicó sus problemas de salud pero les aseguró que los cuidados de los médicos de la prisión le bastaban.
Anteriormente, los dos sacerdotes habían pedido a las autoridades penitenciarias autorizarle a ir a tratarse en un hospital o proceder a su liberación anticipada.
El padre Ly cumple actualmente una pena de ocho años de cárcel en el centro de internamiento de Ba Sao, en la provincia de Ha Nam. Esta pena le fue impuesta, el 30 de marzo de 2007, por el Tribunal Popular de Huê, tras un proceso en el que se le impidió hablar. Tras cinco estancias en la cárcel desde 1975, el sacerdote suma ya dieciséis años de internamiento.
[Traducido del francés por Nieves San Martín]
