«Vitral», revista libre de Cuba, cumple nueve años

Su director, miembro de un Consejo vaticano, ha sido castigado por el Gobierno

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

PINAR DEL RÍO (CUBA), 1 agosto 2003 (ZENIT.org).- «Vitral», una de las poquísimas revistas independientes de Cuba, ha cumplido nueve años de vida, a pesar de que su director ha sido castigado por el gobierno.

La revista, de carácter socio-cultural, fue creada por el Centro de Formación Cívica y Religiosa de la Diócesis de Pinar del Río, el 3 de junio de 1994 para la formación de los cubanos como personas libres y responsables de modo que puedan participar en una nueva sociedad más justa y democrática.

La publicación, patrocinada por el obispo, monseñor José Siro González Bacallao, tiene un Consejo de Redacción dirigido por Dagoberto Valdés Hernández, laico de Pinar del Río, miembro del Pontificio Consejo Justicia y Paz, ingeniero agrónomo que desde hace siete años permanece castigado trabajando en una brigada de recolección de yaguas.

Los restantes miembros del consejo de Redacción son: María del Carmen Gora, Roberto Pérez, Ernesto Ortiz, P. Oscar Galcerán y el padre Manuel H. De Céspedes que es su asesor eclesiástico.

«Pero quienes de verdad la sacan adelante son los colaboradores que escriben para ella y los suscriptores que hay en toda Cuba, más de la mitad de ellos no son católicos comprometidos. Esto nos anima y nos llena de esperanza. Sin ellos «Vitral» hubiera desaparecido por inanición», explica a Zenit Valdés.

«Esas colaboraciones aumentan en cantidad y calidad. Buen signo de que «Algo se mueve en Cuba» como decíamos en el número 52», añade.

«Tanto el Centro como su Revista son de inspiración católica, se basan en la doctrina social de la Iglesia, y se inspiran también en la obra pedagógica y ética del padre Félix Varela, fundador de nuestra nacionalidad; y en el pensamiento del personalismo comunitario de Emmanuel Mounier y el humanismo integral de Jacques Maritain», aclara Valdés.

El Centro, que él también dirige, «surge a partir de un análisis de la realidad del pueblo cubano presentado por los Obispos en el año 1991 en que se resumía la situación del cubano como: un ser despersonalizado, es decir, masificado; desarraigado y desalentado».

«Y por otro lado, la constatación del desmantelamiento del tejido democrático de la sociedad civil impedía la existencia de espacios, organizaciones e instituciones autónomas para garantizar una verdadera atmósfera para la democracia», recuerda.

«Vitral», revela, se propone «ofrecer un espacio abierto y pluralista para favorecer la libertad de expresión, el debate público de ideas y propuestas, la formación humana integral desde la inspiración cristiana».

«Su lema «La libertad de la luz» refleja el propósito de ser, un «vitral», una ventana tradicional cubana de vidrios multicolores que deje pasar la luz que cada cual lleva dentro –sigue diciendo Valdés–. Ella no aspira a ser la luz de la libertad, ella sola o en exclusiva, la revista aspira a ser la transparencia por donde pueda expresarse la luz de la verdad que Dios ha puesto en cada persona y que necesita libertad y ventana para salir fuera y servir a la dignidad plena del hombre y de la mujer y a la salvaguarda de sus derechos».

Las mayores dificultades, confiesa su director, «son de incomprensión, falta de diálogo y presiones de todo tipo por parte de aquellos que no ven todavía la necesidad de ventanas, de matices polícromos y de espacios plurales de comunicación. También por parte de cuantos no creen que la diversidad enriquece y puede construir auténtica unidad. Por cuantos temen a la luz y a la libertad. Por cuantos ponen muros a la expresión y a la libertad de conciencia de la persona humana».

El sueño de los que hacen «Vitral» es que «Cuba se abra a los cubanos y al mundo interdependiente y solidariamente y que los cubanos aprendamos, otra vez, a «ser los protagonistas de nuestra propia historia personal y nacional», como nos recomendó varias veces el Santo Padre Juan Pablo II, durante su histórica visita a Cuba en 1998».

«Con el Papa, vivimos cinco días en «la libertad de la luz», aprendimos que hay puertas y ventanas que no veíamos en la oscuridad… –aclara– y cuando un pueblo descubre la luz a través de experiencias como aquella visita, la ventana no puede ser cerrada otra vez totalmente como se ha intentado hacer en Cuba. Por muy gruesos que sean los muros y los barrotes, sabemos que la última palabra será de la libertad y de la luz. Y sabemos también que esto no es un sueño. Sino tarea y compromiso. Vitral es sólo un pequeño aporte a esa tarea. Pero una de las místicas del Centro cívico de Pinar del Río es precisamente: creer en la fuerza de lo pequeño».

Además de los varios miles de ejemplares que circulan en la isla y de su página web, «Vitral» ha lanzado un servicio informativo a través de e-mail al que puede suscribirse a través de su página web: http://www.vitral.org.

Es posible, además, contactar a la redacción o enviar su mensaje de solidaridad en la dirección de correo electrónico: obipinar@cocc.co.cu , poniendo en el Subject: PARA VITRAL.

Print Friendly, PDF & Email
Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación