Vuelta al mundo a pie por la unidad entre los cristianos

Entrevista a Samuel Clear, misionero australiano

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ROMA, lunes, 16 junio 2008 (ZENIT.org).- Samuel Clear, de 29 años, nacido en Tasmania, Australia ha emprendido un viaje a pie alrededor del mundo caminando –y rezando– por la unidad de los cristianos.

Comenzó en Brasil en diciembre de 2006 y ha recorrido aproximadamente 18.000 kilómetros. Cuenta en esta entrevista concedida a Zenit la motivación que lo llevó a vivir esta experiencia.

Samuel Clear, ha recorrido de sur a norte toda América Latina, hasta llegar a Canadá, posteriormente ha viajado en avión a Europa para terminar su aventura. Actualmente está concluyendo su largo viaje en España para volver a Australia y participar en la Jornada Mundial de la Juventud. Donde se le espera para oír su testimonio y compromiso por la unidad de los cristianos.

–Samuel, ¿estás caminando por la unidad entre los cristianos?

–Clear: Lo que estoy haciendo ahora es caminar alrededor del mundo, rezando por la unidad de los cristianos. Camino y rezo, simplemente. Me detengo en todas las iglesias que encuentro en mi camino: ortodoxas, pentecostales, protestantes, evangélicas y extiendo la invitación a rezar por la unidad.

Busco extender la oración del Evangelio de San Juan (capítulo 17), «que sean uno» completamente y veremos el amor del Padre a través de nuestra unidad.

–¿Cuál fue la inspiración que te llevó a realizar este largo viaje?

–Clear: Soy ingeniero mecánico, pero no he ejercido mucho mi profesión. En cambio he trabajado como misionero en Australia durante cinco años y llevo dos años a pie por el mundo, así que en total son siete años de misionero.

Al inicio, en Australia, empecé a ver mucha división dentro de las iglesias, particularmente como misionero católico, incluso fui agredido seriamente por no ser «cristiano», porque era «católico».

Pero muchos de los problemas que la gente tenía conmigo por ser católico no eran verdad, eran verdades a medias. Lo que realmente me golpeó fue cuando un pentecostal y un evangélico se habían vuelto católicos y los dos perdieron a su familia y amigos porque se habían convertido al catolicismo y sus amigos y familia creían que habían deshonrado a Cristo haciéndolo.

En ese momento, creo, una sensación de dolor de Cristo por la Iglesia rota, y no pude dejarlo ir y continuaba comiéndome por dentro y por mucho que intenté olvidarlo no pude hasta el punto que decidí que tenía que
hacer algo, pero me di cuenta que no había nada que pudiera hacer, no podía arreglarlo, y como ingeniero mecánico me gusta arreglar problemas pero no podía. Hasta que un día estaba arrodillado en misa rezando: Señor, me gustaría mucho ayudarte, pero lo siento amigo, estás por tu cuenta. No puedo ayudarte. Y una vez que me callé, que me quedé en silencio, sentí que el Señor decía: «Sabes Samuel, tienes razón. No puedes arreglarlo, pero yo sí. Necesito que reces».

–¿Cómo empezó el viaje?

–Clear: Desde entonces esa ha sido la misión, rezar: rezar por la unidad e invitar a rezar por la unidad. Hasta que un día estaba mirando un mapa y pensé que yo sólo podía caminar, realmente quería hacer algo más que rezar e invitar a ello.

Así que, un año después de planearlo y de encontrar a mi obispo y director de misión donde trabajaba en aquel momento, tomamos la decisión de que lo haría, vendí todo y empecé a caminar.

Por Claudia Soberón

Samuel cuenta con una página web http://www.ymt.com.au/walk4one/ en la que la gente puede seguir su recorrido y unirse a su intenciones.

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ZENIT Staff

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